La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una advertencia a los consumidores sobre el gasto que realizan para llenar la cesta de la compra: elegir bien el supermercado e ir al que tiene los precios más ajustados puede depararle un ahorro anual de 1.273 euros. La clave está en acudir a los establecimientos más baratos. El último informe de la OCU, difundido este martes, concluye que a nivel estatal Alcampo se sitúa como la cadena de supermercados más barata para hacer la compra en España, mientras que Sánchez Romero se mantiene como la más cara. También cita las cadenas locales más baratas. Se trata de Supermercados Dani, que se encuentra en Granada y Jaén; Tifer, en Castilla y León; Deza (Córdoba), Family Cash, y Más Ahorro (Córdoba). En el lado opuesto se encuentran Sánchez Romero, Altoaragon y Amazon.
El lugar de residencia o localidad donde se hace habitualmente la compra es determinante a la hora de pasar por la caja del supermercado. Así, por encima de la media anual de ahorro, la mayor diferencia de precios entre el establecimiento más caro y el más barato se produce en Madrid y llega hasta los 4.148 euros. Le sigue Barcelona con 2.738 euros y Santa Cruz de Tenerife 1.872 euros. En la situación opuesta se encuentran Getxo con 508 euros, Soria con 501 euros y por último Ciudad Real donde la diferencia de comprar todo un año en el establecimiento más caro y el más barato solo supone 315 euros.
Estos datos se extraen del último informe realizado por la OCU en el que se determina que los productos que componen la cesta OCU han visto incrementado su precio en un 3,5% de media desde el último estudio. Se trata de una subida a menor de la experimentada los dos últimos años, pero que sigue sumando, de modo que, desde 2021, ya supone un incremento medio acumulado del 35,5% del precio de los alimentos. A pesar de la subida moderada de este año, OCU denuncia el elevado nivel de precios que ha restado poder adquisitivo a las familias y ha frenado su recuperación a niveles previos a la crisis de 2008.
Carrefour Express versus El Corte Inglés
En este sentido, destaca que las cadenas de supermercados Carrefour Express, Lidl y Aldi han sido las únicas nacionales en bajar levemente sus precios este año, por primera vez después de dos años de subidas ininterrumpidas. En concreto, Carrefour Express ha abaratado sus productos el 0,9% entre mayo de 2023 y mayo de 2024, Lidl los ha rebajado el 0,7% y Aldi los ha bajado de precio el 0,6%. Por el lado contrario, destacan las subidas de precio en El Corte Inglés en un 9,7%, Hipercor en un 8,2% y Supercor en un 7,2%.
Respecto a los productos, en 2024, un 63% de los productos que componen la cesta ha subido de precio, según el estudio que se ha realizado sobre una base de 1.070 establecimientos en 65 ciudades, incluyendo los principales los supermercados online. Las subidas han sido generalizadas, pero en las categorías de droguería e higiene personal han sido más moderadas.
El precio que más se ha desbordado, una vez más en los últimos meses pese a una cierta contención, ha sido el del litro de aceite de oliva virgen extra que, en el periodo de realización del estudio, ha subido un 80,2%, una subida que ni mucho menos se ha visto compensada con el descenso del precio del último mes. El zumo de naranja Don Simón (47,3%) y los plátanos de Canarias (38,5%) se encuentran entre los productos que más suben, también.
Hay productos que son más baratos: el litro de aceite de girasol cuesta un 23,1% menos, casi normalizando su precio respecto a hace dos años; los tomates de ensalada bajan un 20,9% y la margarina otro 18%.
La marca blanca también sube
La OCU destaca que los productos de marca de fabricante han subido de media un 3,8% frente al 2,8% que lo han hecho los de marca blanca o económica. Advierten los expertos de la entidad que, sin embargo, la diferencia de comportamiento se limita a los productos de higiene y droguería, ya que en alimentos y bebidas el incremento medio es casi idéntico. Ante las fuertes subidas de precios de los últimos años y con el fin de poder ahorrar, muchos hogares, sobre todo los de menores recursos, se han visto forzados a modificar de forma significativa sus hábitos de compra, incrementando el consumo de productos de marca blanca.