Los expertos del sector inmobiliario auguran un excelente 2025 para el mercado residencial en España, hasta tal punto que el nivel de transacciones se aproximará a los máximos de 2007 -cuando en plena burbuja inmobiliaria se registraron 836.871 operaciones- con la venta de 825.000 unidades. Esta es la principal conclusión del Informe del Mercado Inmobiliario, Actualidad y Perspectivas 2024, que elabora anualmente la consultora inmobiliaria Forcadell y la Universitat de Barcelona (UB), y que lidera el profesor Gonzalo Bernardos.
No obstante, a diferencia de la situación vivida en 2007, en la actualidad no se generará la aparición de una nueva burbuja inmobiliaria, porque "habrá un mayor control del riesgo por parte de las entidades financieras" por lo que respecta a la concesión de hipotecas y préstamos. Si se pronostica que la previsión se sostenga en el medio plazo y que "el mercado residencial viva una larga etapa expansiva si, en los próximos años, la economía española sigue creciendo por encima del 2,5% y la tasa de inflación de la zona euro se sitúa alrededor del 2%".
El análisis del contexto actual determina que 2025 será "un año inolvidable" debido a diversos factores. En primer lugar, la gran demanda que está esperando oportunidades de compra y un cambio de paradigma financiero y que el profesor Bernados cifra en cerca de un millón de hogares. En segundo lugar, la carestía del alquiler, puesto que las rentas han alcanzado un máximo histórico en las 52 capitales de provincia este año y "está en subida libre". Se prevé, además, que en casi todas las capitales su precio será incluso superior en 2025. Una coyuntura que obligará a numerosos jóvenes a renunciar a alquilar una vivienda y a conformarse con una habitación, siendo los más afectados una sustancial parte de los inmigrantes y hogares con menos ingresos, según el informe.
Y, finalmente, los cambios en el sector financiero y económico, con un aumento del crédito bancario y la disminución de los tipos de interés de las hipotecas, las ayudas de los padres a los hijos y el aumento de las compras de viviendas por parte de extranjeros. En concreto, Bernardos considera que se generará una guerra hipotecaria, por la que serán accesibles hipotecas más baratas y un elevado aumento del crédito bancario, factores que permitirán a numerosos hogares adquirir una vivienda.
Se prevé que aumente el número de créditos en los cuales el importe concedido supere el 80% del precio de la vivienda y de las familias que obtienen un préstamo, a pesar de que deban dedicar a su abono más del 35% de sus ingresos netos. Además, como consecuencia de la bajada de los tipos de interés, desde el mes de abril de 2025, el informe apunta a que "un gran número de hogares podrá acceder a una hipoteca fija cuyo tipo de interés se sitúe en un 2% y a una mixta en la que el tipo sufragado durante los cinco primeros años ascienda a un 1,5%".
La obra nueva, un 15% más cara
Respecto al precio de las transacciones, el Informe del Mercado Inmobiliario, Actualidad y Perspectivas 2024 de la consultora Forcadell crecerá por encima del 10% en 2025 y lo hará especialmente en el segmento de vivienda nueva, superando el alza en bastantes ubicaciones el 15%. En este segmento, debido a la elevada demanda y escasa oferta, habrá casi tres interesados por cada inmueble ofrecido. Si bien es cierto, "difícilmente los pisos iniciados superarán las 140.000 unidades".
Con esta situación, el mercado alcanzará una cifra récord de venta de viviendas usadas el próximo año (725.000 unidades). Una cifra sensiblemente superior a la del anterior máximo histórico (649.971 en 2022) y mucho más elevada que la advertida en 2006 (544.944).