La reserva federal de los Estados Unidos, la Fed, ha bajado como se esperaba los tipos de interés un 0,5% hasta dejarlos en el 4,75%. Se trata de la primera bajada en cuatro años y medio tras meses de subidas que, como ha sucedido en Europa, pretendían contener la inflación. La semana pasada, la inflación cayó cuatro décimas hasta el 2,5% interanual, acercándose a la meta de los dos puntos y abriendo la puerta a la bajada que finalmente ha anunciado el presidente de la Fed, Jerome Powell, este miércoles en rueda de prensa desde Washington DC.
La Fed sigue así los pasos marcados por el Banco Central Europeo, que ha bajado ya en dos ocasiones los tipos en los últimos meses (del 4,5 al 4,25% en junio y al 3,65% en septiembe), medida a la que se resistía la reserva estadounidense. Hasta este miércoles.
El anuncio se hace en plena carrera electoral entre la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump y en un clima económico no demasiado eufórico. Los datos de empleo del pasado mes de agosto, publicados hace dos semanas, fueron peores de lo esperado, con una creación de 142.000 puestos de trabajo, 22.000 menos de lo esperado, si bien la tasa de paro cayó al 4,2%. Un enfriamiento similar se leyó un mes antes como uno de los grandes desencadenantes de un descalabro histórico del Nikkei japonés, cuyó desplome del 12,49% fue el segundo mayor de la historia y disparó los índices de pánico bursátiles de todo el mundo.
La crisis bursátil finalmente no era tal y los selectivos de todo el mundo fueron recuperando su ritmo de crecimiento, con un IBEX que incluso ha llegado a cifras récord esta misma semana. Los mercados estadounidenses, sin embargo, andan también fríos y con altibajos provocados sobre todo por la sobreexpectación que generan sus empresas tecnológicas, de modo que una rebaja de tipos puede darle un empujón primero a los mercados y después a la economía estadounidense. Con los tipos de interés más bajos, las inversiones resultan más baratas porque los préstamos cobran menos intereses, lo cual dinamiza la economía y puede ayudar a reactivar el empleo.
La última bajada de tipos de interés de la Fed tuvo lugar durante la pandemia.