La jornada de ayer dejó a los mercados financieros la última piedra en el camino. En la comparecencia de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed), en la sesión del Senado de Estados Unidos, el máximo mandatario abrió la puerta a una subida de tipos de interés más acelerada. Powell asumió que la economía del país americano sigue estando apretada, marcada por una incesante inflación que, pese a dar síntomas de debilitamiento, “está muy lejos del objetivo del 2%”, tal y como dijo el presidente. Además de ello, la sombra de la recesión sigue a la espalda de Estados Unidos.
Pese a todo ello, el máximo dirigente del banco central estadounidense constató su idea de que serían necesarias nuevas subidas de tipos de interés para rebajar el efecto de la inflación. Powell reconoció que, de momento, “hay pocas señales de desinflación”, pese a que él mismo afirmó hace un mes en el Club Económico de Washington que la desinflación había comenzado sin torpedear al mercado laboral.
La Fed mantiene el mensaje hawkish
Sea como fuere, para Pablo García, director general de AlphaValue, el mensaje entonado por Powell “es continuista y bastante claro: la prioridad de seguir luchando contra la inflación y mantener las subidas de tipos para hacer más restrictiva la política monetaria son muy evidentes”. Para varios agentes del mercado, el discurso entonado por el dirigente de la Fed tuvo una alta dosis de negativismo, a la par que agravó su mensaje contra la inflación. Bien es cierto que la Reserva Federal ha sido uno de los bancos centrales más tajantes a la hora de endurecer la política monetaria. Tanto que, en menos de un año, ha llevado a cabo hasta ocho subidas de tipos consecutivas y, con la del próximo 21 de marzo, serán nueve.
Atendiendo a las declaraciones del presidente de la Reserva, la única duda que tenía el mercado parece haberse solucionado. Y es que, ante el mensaje hawkish de Powell, los inversores, analistas y expertos del mercado se hacen a la idea de que el alza de tipos del próximo 21 de marzo será, como mínimo, de 50 puntos básicos. La Fed volverá a elevar las tasas de interés al mismo ritmo que lo hizo en diciembre, momento en el que rebajo el ritmo de estas.
De hecho, la anterior variación monetaria fue de un 0,25%, siendo esta la primera vez que la Fed lo hacía desde el pasado abril, momento en el que el organismo estatal comenzó a luchar contra la escalada del IPC. Ahora, tanto la Fed como el mercado encara una nueva subida de tipos de, como mínimo, 50 puntos básicos. De esta forma, las tasas de interés de la Reserva Federal ascenderán hasta el 5%, como poco, siendo este el nivel más elevado desde junio de 2006, fecha en la que los tipos se asentaban sobre el 5,25%. Además de ello, Powell explicó que “los tipos de interés máximos serán más elevados que lo esperado anteriormente”, dando por hecho que la situación es más compleja de lo estimado hace no mucho.
Los tipos podrían irse al 6% en 2023
Pablo García, director general de AlphaValue, considera que “unos niveles de los tipos sobre el 6% es un dato más creíble que los datos que estaban proyectando”. A esta opinión se le suma la de James Bullard, gobernador del Banco de San Luis, quien estima unas tasas de interés en torno al 6% que comenta el experto.
Powell fundamenta la decisión de seguir subiendo los tipos por más tiempo y a un ritmo mayor debido a la robustez del mercado laboral, el cual es un metrónomo para la Reserva Federal. Los buenos datos de empleo de Estados Unidos, unido a que los costos laborales se han acentuado, son dos indicadores de que la Fed seguirán elevando los tipos al considerar que el endurecimiento monetario, por ahora, no está perjudicando al empleo del país americano.
“Las condiciones del mercado laboral son favorables, la creación del empleo se mantiene fuerte”, expresó el mandatario en su intervención en el Senado de Estados Unidos. De esta forma, Powell justificó la que será la novena subida de tipos de interés en 12 meses, pese a que el mismo afirmó que la coyuntura económica estaba debilitando al mercado inmobiliario y que aún había posibilidad de caer en una etapa recesiva.
Pese a ello, y aunque el IPC ha ido cediendo poco a poco, Powell ve “pocas señales de desinflación”, lo que arma su mensaje de seguir endureciendo la política monetaria. Como apunta Pablo García, de cara a la Fed “nada sugiere que el ajuste actual haya sido excesivo, sino que aún queda camino por recorrer”. Con ello, la Reserva Federal allana el camino a una nueva alza de las tasas de interés, mientras que el mercado se hace a la idea de que la próxima variación económica volverá a ser de 50 puntos básicos, asentando los tipos de interés en un 5% y consagrando el crecimiento prematuro de la curva de tipos.