La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció este miércoles que mantiene los tipos de interés sin cambios, en la franja del 5,25% al 5,5%, dejándolos en su nivel más alto en 23 años. La autoridad monetaria estadounidense considera acertado aplazar, como mínimo hasta junio, la rebaja del precio del dinero hasta que no tenga constancia fidedigna de que la inflación está bajo control y de manera sostenible en el 2%. "En los últimos meses, ha habido una falta de mayores avances hacia el objetivo de inflación del 2%", ha advertido del comité de la Fed, en su comunicado.
En el mismo dictamen, la Fed apunta que los riesgos para lograr su doble meta de empleo e inflación han avanzado hacia un mejor equilibrio durante el año pasado, aunque las perspectivas económicas son inciertas y el comité de la Fed sigue muy atento a los riesgos de inflación. Añade que los indicadores recientes sugieren que la actividad económica ha seguido expandiéndose a un ritmo sólido y el aumento del empleo se ha mantenido fuerte y la tasa de desempleo baja, mientras que la inflación, a pesar de haber disminuido durante el año pasado, sigue siendo elevada. La inflación dejó su tendencia a la baja con el inicio de 2024 y el pasado mes de marzo se situó en el 3,5%. Por ello, los tipos de interés pueden establecerse en tasas altas más tiempo del esperado por los mercados y los inversores.
La conclusión de los miembros del comité de la Fed, tras una reunión que ha durado dos días, fue anunciada en un comunicado poco antes de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, tome la palabra este miércoles para explicarla y pronunciar un discurso que será analizado de cerca para ver si da un panorama más claro sobre las decisiones futuras del banco central.
Riqueza, empleo e inflación
En su evaluación de los datos macroeconómicos, la política monetaria de la Reserva Federal americana también tiene en cuenta la evolución económica. En este sentido, para su decisión el marco actual corresponde a un primer trimestre de 2024 en el que los Estados Unidos registraron un crecimiento de su producto interior bruto (PIB) del 1,6%, una cifra menor a la que pronosticaban los analistas y que contrasta con el vigoroso avance del PIB del 3,4% registrado en el último trimestre de 2023.
A su vez, el índice de precios al consumo (IPC) subió un 0,4% en marzo, lo que sitúa la tasa de inflación interanual en el 3,5%, muy lejos de la meta del 2% marcada por la Fed, pero supone una mejora notable desde el pico del 9,1% registrado en junio de 2022, el máximo en 40 años.
Por su parte, el mercado laboral estadounidense si ha dado buenas cifras a la economía americana. En marzo, se crearon 303.000 nuevos puestos de trabajo, una subida notable en comparación con los 270.000 de febrero. Fue una cifra superior a lo previsto por los analistas y que volvió a demostrar la fortaleza del mercado de trabajo estadounidense.