La contratación de fijos discontinuos se ha estancado, incluso ha descendido, según ha señalado el secretario de Estado de la Seguridad Social, Borja Suárez, que ha desvelado que los fijos discontinuos en marzo de este año suponen el 5,46% del total de los asalariados, cuando doce meses atrás eran algo más, el 5,52% del total. De hecho, el pasado mes de marzo se hicieron 158.271 contratos de fijos discontinuos, 22.638 menos que el mismo mes del año anterior, según los datos conocidos este martes. Con estos datos, el Gobierno español da por zanjada la polémica alrededor del contrato de fijos discontinuos que ha saltado del ámbito de los expertos para ser un arma arrojadiza desde el Partido Popular contra los buenos resultados en la reducción del desempleo.
Una polémica que nace del alto volumen de contratos fijos discontinuos firmados desde la reforma laboral, que suman algo más de 5 millones, según el Ministerio de Trabajo. Desde el ámbito político y el académico (y también el mediático) se reitera al Ministerio de Trabajo y al de Seguridad Social la misma pregunta: ¿cuál es la situación laboral de los trabajadores que han firmado esos 5 millones de contratos? Lo que se sabe con certeza es que la Seguridad Social tiene contabilizados a marzo de este año 897.326 fijos discontinuos activos -están realmente trabajando-, que llegarán al millón en los picos de actividad (mayo, junio y septiembre y octubre). Además, el Sepe tiene localizados otros 129.853 cobrando el desempleo (solo aquellos que hayan acumulado 360 días de actividad que dan derecho a la prestación). La duda, y la polémica, surge de cuántos fijos discontinuos están inactivos realmente, sin cobrar paro, ni sin trabajar.
Varios son los gabinetes de análisis (BBVA Research, Randstad) o think tank (Fedea), entre otros, que defienden que los restantes fijos discontinuos están en paro o, simplemente, ya no sigue en vigor la relación contractual con la empresa que los contrató. Desde estos ámbitos académicos se ha acuñado el término “paro efectivo”, que añade a los parados registrados que publicita el Ministerio de Trabajo cada mes, aquellos trabajadores que, teniendo un contrato de fijo discontinuo, están apuntados a las oficinas del Sepe, en demanda de un empleo. ¿Cuántos son? Es otra gran incógnita.
Los expertos, a través de los datos del Sepe sobre demandantes de empleo que declaran tener una relación laboral, calculan que hay apuntados otras 725.000 personas que en su mayoría serían fijos discontinuos. Por este motivo, desde estos gabinetes se considera que el número real de parados en España no son los 2,72 millones que anunció este martes el Gobierno español, sino 3,49 millones. Un argumento que usa frecuentemente el Partido Popular.
Polémica en el Senado
En cualquier caso, sumando los afiliados en activo, los beneficiarios de la prestación y, si se dan por válidos esos 725.000 inactivos sin paro, se tendrían localizados 1,9 millones de personas con un contrato fijo discontinuo. ¿Dónde están los 3,1 millones de contratos firmados en estos dos años? La polémica se ha recrudecido hace unos días, después de que la senadora popular María del Rocío Divar preguntase a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cuántos fijos discontinuos están inactivos. La contestación fue 55.300, basada en una información aportada por el INE al Ministerio de Trabajo.
Los secretarios de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, y de Seguridad Social, Borja Suárez, han arremetido duramente este martes contra esta interpretación de los fijos discontinuos y han reiterado que no hay tal polémica. Suárez considera que la evolución de los fijos discontinuos se ha estabilizado, aunque fluctuará según el comportamiento cíclico de la actividad. “Hay que evitar polémicas innecesarias. El número de fijos discontinuos está estabilizado y el peso total sobre el empleo asalariado es menor que el año pasado. Es una evolución tan contundente, que no merece más comentario”
Por su parte, Pérez Rey señala que “es una polémica que ha gustado al Partido Popular. Rajoy dijo que soñaba con 20 millones de afiliados, pues ya estamos en 21, y los fijos discontinuos suponen una parte mínima y, los que están, tienen derechos. Seguir, mes tras mes, generando una sombra de duda sobre el Mercado Laboral, es un intento fútil de negar el éxito de la reforma laboral”, ha comentado. “Es una polémica cargada de intencionalidad política”, ha apostillado en referencia a los académicos que mantienen estas tesis.
“Nosotros seguiremos calculando el dato de paro efectivo”, señala Valentín Bote, responsable de los análisis de la ETT Ranstad. Por tanto, la polémica todavía seguirá muy viva. “Es un escándalo que la vicepresidenta dijese en sede Parlamentaria lo de los 55.300 fijos discontinuos en inactividad, cuando un año antes los había cuantificado en 443.000. Se les ha visto el plumero”, señala a On Economía. Respecto a los 5 millones de contratos firmados durante estos dos años, el experto en mercado laboral señala que la mayoría son contratos disueltos. “Pero el Gobierno no quieren entrar en eso, pues es reconocer la alta mortalidad de los contratos indefinidos”.
Respecto a los 725.000 supuestos fijos discontinuos apuntados al Sepe, Bote hace otra lectura: “han aumentado en 300.000 desde la reforma laboral”. Y apunta el aumento, que se ha multiplicado por 10, de los trabajadores indefinidos que no han sido despedidos antes de acabar su periodo de prueba, que supone, en su opinión, una forma encubierta de temporalidad y de mortalidad de los contratos fijos. Desde la patronal de las ETT, Asempleo, señalan que "la creación de empleo en marzo parece tener su origen en el aumento de los cotizantes fijos discontinuos, pues más del 45% de los nuevos cotizantes durante marzo corresponden a esta modalidad".