Fitch Ratings ha considerado que una reforma de la financiación catalana sería algo "positivo para el crédito" de Catalunya, aunque ha valorado que no espera que la reforma se implemente en el corto plazo. En opinión de la agencia crediticia, la reforma, propuesta por los partidos que apoyan la investidura de Salvador Illa requiere una mayoría en el Congreso de los Diputados para modificar las leyes de financiación autonómica, algo de lo que carecen los partidos que apoyan dicha reforma. Por ello, considera poco probable que tenga un impacto inmediato en los ratings de Catalunya.

La opinión de Fitch tiene una doble lectura, pues si bien considera que la reforma beneficiaría en posibles salidas de la Generalitat a los mercados crediticios, tendría un efecto "negativo para las regiones que actualmente se benefician de los fondos de compensación". Para que se produjesen cambios en la valoración de los ratings de Catalunya, además del cambio de financiación, “las métricas de deuda de Catalunya tendrían que mejorar drásticamente para que hubiera una mejora de la calificación, algo que consideramos poco probable en el corto plazo", ha añadido Fitch.

Resistencia política

Fitch ha recordado en su análisis que en la investidura de Illa el Partido Socialista Catalán (PSC) acordó con ERC un nuevo sistema de financiación y que el PSOE ha respaldado el acuerdo, pero se enfrenta a la oposición de otros partidos, en particular del Partido Popular (PP). Este mismo lunes, los presidentes autonómicos del Partido Popular han firmado un manifiesto conjunto en el que fijan una posición "unitaria y común" contra la financiación singular pactada por el PSC y ERC para Catalunya, que los populares califican de concierto o cupo catalán. El portavoz del PP, Borja Sémper, ha anunciado un texto que "pretende dejar clara la unidad de criterio y posición de todo el Partido Popular en defensa de la igualdad de todos los españoles"

El análisis de la agencia de Ratings señala que con el sistema de financiación propuesto, la autonomía de financiación de Catalunya sería mucho mayor que la de las regiones españolas de régimen común, y más cercana a las del régimen foral del País Vasco y Navarra. Catalunya recaudaría y gestionaría todos los impuestos pagados en la Comunidad Autónoma y transferidos a esta, y compensaría al Estado español por las competencias no transferidas. El territorio también reduciría su aportación neta a los fondos de nivelación con otras regiones que, actualmente, la región aporta más de lo que recibe porque es más rica que la media nacional. Pero según el acuerdo, la aportación solidaria de Catalunya no podría superar lo que recibe.

2.088 millones

El último informe realizado por Fedea sobre la financiación autonómica apunta que Catalunya aporta 2.088 millones de euros a la financiación de otros territorios y, que en el último año del que se tienen datos, 2022, el ciudadano de Catalunya ha perdido porcentualmente financiación por habitante respecto a otros territorios del régimen común.

Fitch tienen, desde el 15 de marzo, una calificación del perfil crediticio (SCP, Standalone Credit Profile) de Catalunya del bb- y su Calificación de Impago del Emisor (IDR) de BBB incorpora una subida de cuatro notas debido a la alta probabilidad de apoyo por parte del Estado (A-/Estable). El SCP de Catalunya tendría que subir dos escalones, hasta bb+, para provocar una subida del IDR a BBB+, según señala en Fitch Ratings. “En nuestra opinión, la reforma no disminuiría la probabilidad de apoyo del Gobierno central, ya que Catalunya seguiría teniendo acceso a los mecanismos de apoyo a la liquidez del Estado”.

Otras propuestas

El informe conocido este lunes aclara que la reforma del sistema de financiación es distinta de la propuesta de absorción de la deuda intergubernamental de las Comunidades Autónomas del régimen común del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y del Fondo de Facilidad Financiera (FFF), incluidos 15.000 millones de euros en el caso de Catalunya. En Fitch consideran que esta medida reduciría la deuda directa total y las cargas financieras de los territorios, lo que sería moderadamente positivo para sus calificaciones).

El PSOE y ERC también llegaron a un acuerdo en julio para desembolsar 1.000 millones de euros en tres años, con el fin de que Catalunya asuma el control de Rodalies de Catalunya, la red ferroviaria de cercanías. El traspaso del control, los trenes, las vías y la financiación se hará de forma escalonada. El impacto de este acuerdo sería neutro en las finanzas de Catalunya, ya que todas las entradas de efectivo se transferirían a Renfe, la empresa ferroviaria estatal nacional.