El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha elevado dos décimas, al 2,3 %, el crecimiento previsto para España en 2025, tras estimar que cerró 2024 con un avance del 3,1 %, con lo que duplicará este ejercicio el crecimiento de la eurozona, para la que el fondo ha rebajado dos décimas su previsión, al 1 %.
De acuerdo con las proyecciones económicas actualizadas este viernes por el FMI, España es el único país entre las economías europeas avanzadas cuyo pronóstico ha mejorado, situando el cierre de 2024 en el 3,1 %, cuando tres meses antes pensaba que sería del 2,9 %.
Está en línea con lo que estima el Ministerio de Economía español, que calcula que podría haber llegado al 3,2 %, a la espera de que se conozca el dato oficial del Instituto Nacional de Estadística (INE) el 29 de enero.
El avance de la economía española se ralentizará este año con respecto al 2024, pero será dos décimas mayor de lo pronosticado por el fondo en octubre, acercándose a la previsión del Gobierno que lo eleva al entorno del 2,5 %, mientras que para 2026 el FMI mantiene la previsión en el 1,8 %.
De esta forma, el aumento del PIB en España se irá desacelerando en el horizonte de previsión hacia su tasa de crecimiento potencial (3,1 % en 2024, 2,3 % en 2025 y 1,8 % en 2026).
La eurozona se recuperará más despacio de lo previsto
"La zona del euro se está recuperando levemente, pero esto es decepcionantemente débil y hemos revisado a la baja", ha declarado a los medios de comunicación el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas.
El FMI espera que el crecimiento repunte en la zona del euro, pero a un ritmo más gradual que el previsto en octubre, "ya que las tensiones geopolíticas siguen afectando a la confianza", según el informe, que fija un avance del 0,8 % en 2024, del 1 % en 2025 y del 1,4 % en 2026.
El fondo ha recortado dos décimas el crecimiento previsto en 2025 y otra décima el de 2026, debido fundamentalmente a una evolución peor de la esperada para Alemania y, en menor medida, para Francia.
Lo explica en la publicación de datos decepcionantes a finales de 2024, especialmente del sector manufacturero, así como en una mayor incertidumbre política y normativa, aunque para 2026 prevé que el consumo y la inversión se fortalezcan "a medida que las condiciones financieras se relajen, la confianza mejore y la incertidumbre se alivie un poco".
Alemania saldrá de la recesión en 2025, pero su crecimiento se recorta medio punto, al 0,3 %, mientras que la recuperación llegará en 2026 con un avance del 1,1 %, tres décimas menos respecto a la anterior previsión.
La economía alemana cerró 2024 con una contracción del 0,2 %, que refleja la debilidad continua de las exportaciones de bienes y manufacturas, aun cuando el consumo repuntó en línea con la recuperación de los ingresos reales, según el FMI.
En el caso de Francia, el crecimiento del PIB se moderará en 2025 al 0,8 %, con lo que se recorta tres décimas, mientras que en 2026 repuntará al 1,1 %, dos décimas menos de lo previsto en octubre.
Italia empeora una décima la perspectiva de crecimiento para 2025, al 0,7 %, y mejor dos décimas la de 2026, al 0,9 %