La patronal Foment del Treball ha instado este miércoles al nuevo gobierno a que se pueda formar en España del impacto que provocará el debilitamiento de la economía, una tendencia que se ha evidenciado con los indicadores del primer semestre de 2023. En esta tesitura, los economistas de la patronal recomiendan al futuro ejecutivo "reforzar la agenda económica y política" y llevar a cabo "reformas estructurales" para afrontar un contexto económico débil y elevar la productividad. Entre las consecuencias: el debilitamiento de la economía se verá reflejado en una menor recaudación, como por ejemplo el IVA, y los ajustes que tengan que realizarse en relación con el déficit público tendrán que venir del lado del gasto y no de los ingresos. "Hace falta una política económica que ayude el conjunto del país. Una agenda política, económica y social potente para hacer frente al debilitamiento de la economía. Y activar reformas estructurales para mejorar los niveles de la productividad, que están bajos, como antes de la pandemia," ha dicho el secretario general de Foment, Salvador Guillermo.
En materia de finanzas públicas, el último informe de coyuntura de Foment determina que los ingresos por recaudación aumentaron a causa del incremento de las rentas nominales por la inflación. En España, además, se optó por la aplicación de impuestos específicos, básicamente en el sector energético y bancario, que a diferencia de otros países europeos en los cuales se grabaron los beneficios extraordinarios, en España fue la cifra de negocio (OCDE, septiembre 2023). Además, constata la existencia de nuevos impuestos como el de grandes fortunas, Foment ya ha hecho público reiteradamente su rechazo en el cual.
España ha registrado "una desaceleración de la economía, especialmente del consumo privado y las exportaciones", indica último Informe de Coyuntura Económica, correspondiendo al segundo trimestre del año. En este periodo, se ha reducido la aportación de la demanda exterior, "con un estancamiento de la industria y una desaceleración de los servicios", aunque en Catalunya estos sectores han subido.
Durante el periodo analizado por la patronal, se han mantenido las horas trabajadas y el mercado de trabajo ha mostrado "indicadores todavía resilientes en términos de empleo y afiliación". La morosidad bancaria se ha mantenido "en mínimos", pero ha aumentado el coste de crédito y han caído los préstamos a los hogares españoles. Sin embargo, a su vez, se observa un fuerte aumento del coste del crédito, con caídas de los préstamos en hogares desde el mes de febrero, por la reducción de las hipotecas y la moderación del crédito al consumo. También se contrae el crédito en empresas.
La tendencia general de la inflación ha sido descendente, aunque la subyacente ha estado en niveles elevados. No obstante, los economistas prevén que la inflación registrará aumentos "apreciables" hasta diciembre, a causa de la bajada del precio de los productos energéticos a finales del 2022. La patronal ha coincidido con la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que espera que el año cierre con un IPC del 4,8% y que en el 2024 sea del 2,1%. Esta "inflación más persistente" obligará a los bancos centrales a tener unos tipos de interés altos o incluso incrementarlos, con lo cual habrá que ver qué pasa con la morosidad que, hoy por hoy, "se mantiene en mínimos". Hay que recordar, dicen al director de Estudios y Economía de Foment del Treball, Salvador Guillermo, y el presidente de la comisión de Economía y Fiscalidad, Valenti Pich, que esta variable está fuertemente correlacionada con la tasa de paro que, de momento, también se ha reducido.