La patronal Foment del Treball considera conveniente que Catalunya amplíe la operativa de las centrales nucleares diez años más, para garantizar el suministro de energía eléctrica, mientras el futuro Govern de la Generalitat no aborda las cuestiones pendientes en materia energética. Después de manifestar su preocupación por la política energética que se desarrolla en estos momentos en Catalunya y por el retraso en la transición energética a fuentes renovables, Foment del Treball advierte que, ante la actual política energética de Catalunya no apuesta por grandes parques fotovoltaicos o eólicos, no apuesta por la interconexión de redes, no quiere ampliar la operación a largo plazo de las centrales nucleares y al mismo tiempo quiere descarbonizar el sector petroquímico y la gran industria, es obligado plantearse con qué tipo de energía habría que trabajar.
Por eso ha difundido las que considera que serían las actuaciones principales que hay que llevar a cabo en el corto y medio plazo. Además del mantenimiento de las nucleares, la patronal defiende el desarrollo "con celeridad" de la única tecnología energética renovable que se puede almacenar: el biogás. Al mismo tiempo, impulsar plantas de biometano para su inyección en la red, incentivando la implantación y estableciendo un marco estable para poder invertir; regulando además la inyección en red, en transporte y distribución con medidas para garantizar un precio aceptable y promoviendo el consumo.
También tiene propuestas para el hidrógeno renovable, impulsando firmemente el Valle de Hidrógeno del Campo de Tarragona, para producir combustible para la industria y para su suministro en el resto de Europa. Y para acabar reforzar el sistema energético con la cogeneración de alta eficiencia y los ciclos combinados, tecnologías de apoyo ágil y competitivas para la industria, estableciendo un marco estable por instalaciones mediante una propuesta de retribución justa para el sistema.
En el ámbito más industrial, la patronal que preside Josep Sánchez Llibre pide al nuevo ejecutivo que diseñe e implemente una transición energética industrial, que tenga en cuenta las necesidades de los sectores industriales, grandes consumidores de energía, en especial de energía térmica y calor.
Desde Foment se recalca que Catalunya está por debajo de la media europea y española en la implantación de energía renovable. En este sentido, el presidente Sánchez Llibre, ha manifestado esta preocupación lamentando que "Catalunya está en una situación tan crítica que no permitirá cumplir con los objetivos europeos". La organización empresarial lo viste con datos contundentes: en el 2023, solo un 15% de la energía generada en Catalunya procedió de fuentes renovables -cuándo al conjunto del Estado fue el 50%. De hecho, Catalunya fue la segunda comunidad autónoma donde la energía verde tuvo menos peso con respecto a su producción total y la quinta con menos capacidad instalada para generar energía renovable (31%). Además, la Prospectiva Energética de Catalunya 2050 (PROENCAT) tiene como objetivo tener un 50% de potencia eléctrica de origen renovable en el 2030. Para alcanzar estos objetivos energéticos, en 2030 habría que disponer de una potencia de 15.408 MW de renovables. Actualmente, esta potencia es de 3.718 MW, sentencia la patronal, en un comunicado.