Barcelona Oberta, la entidad que une los ejes comerciales y actores privados que representan el turismo de compras en la ciudad, se reivindica desde su constitución -ahora hace diez años- como una de las piezas fundamentales para la promoción y la imagen estatal e internacional de la capital catalana. Una razón sobradamente importante como para que la entidad esté representada en el comité ejecutivo de Turismo de Barcelona, expone el presidente de Barcelona Oberta, a Gabriel Jené, quien recuerda que toda la oferta comercial que está agrupada a la entidad acapara el 37% del gasto global que hace un turista cuando visita la ciudad. "Nuestra contribución como actor económico y turístico para la promoción de Barcelona como un destino de compras para atraer al visitante de calidad es fundamental y, por lo tanto, no se podría entender que Barcelona Oberta no formara parte del comité ejecutivo de Turismo de Barcelona", añade. Gabriel Jené acaba de ser reelegido presidente de la agrupación de los 23 principales ejes comerciales y turísticos de Barcelona, con más de 7.000 establecimientos y 50.000 puestos de trabajo y destaca su aportación a la gestión de lo que se denomina "la economía del visitante", junto con las entidades representativas del sector del alojamiento, la restauración y la cultura. Por lo tanto, no entendería que el resultado de las elecciones en la Cambra de Comerç de Barcelona pudiera afectar a la composición del comité ejecutivo de Turismo de Barcelona, "porque sería una regresión importante de lo que significa la colaboración público-privada".

Dentro de esta política de cooperación, Barcelona Oberta sigue defendido la promoción de la ciudad como destino turístico de compras, "pero no solo desde el punto de vista de la demanda, sino también de la oferta" para consolidarse como "una de las ciudades que participan en las grandes ligas de implantación de tiendas de retail del mundo". En este sentido, Jené defiende que la transformación de Barcelona no tiene que ser tan solo urbanística, porque se tiene que pensar desde el punto de vista estructural para ver en cuál pedida comercial y turística se quiere atraer, y actuar con las medidas necesarias para conseguir que se establezcan los actores comerciales que la pueda satisfacer. "Cuando se crea una nueva demanda se inicia un proceso transformador de la oferta comercial que, poco a poco, va colonizando zonas concretas de la ciudad y el mismo mercado se autorregula y se retroalimenta", explica, poniendo de ejemplo el proyecto que se ha diseñado para la reforma de la Via Laietana, que no es solo urbanístico, sino que irá acompañado de la ubicación de nuevos polos de atracción, especialmente de empresas y servicios de la nueva economía. "Seguro que eso abrirá nuevas oportunidades", y eso "tendría que pasar en muchas otras zonas de Barcelona", reivindica a la vez que menciona el gran número de espacios vacíos y para rehabilitar que hay, por ejemplo, en el distrito de Ciutat Vella.

Es de este barrio del cual dice que todavía no se ha despertado del impacto de la Covid-19 y del cierre de muchos locales, circunstancia que provocó la desertización de Ciutat Vella -"como pasó en otros barrios como el Eixample, pero que se han ido recuperando", concreta- y se ha convertido en un problema más estructural, ya que se trata de una zona "de masificación turística y, por lo tanto, con poca atracción para la demanda interna de los ciudadanos del área metropolitana y de la misma ciudad de Barcelona. Un factor al cual se ha sumado, por toda la ciudad, el descenso de las compras a causa de la caída del poder adquisitivo de las familias, como resultado de la presión inflacionista y el incremento de los tipos de interés. Con respecto al visitante extranjero, Jené reconoce que prácticamente se ha recuperado la afluencia de visitantes de antes de la pandemia, pero que más importante que el volumen que se está registrando es la calidad del turista que llega a Barcelona.

Gabriel Jené ha sido reelegido recientemente presidente de Barcelona Oberta. / Miquel Muñoz

Pero este visitante, "que tiene más poder de compra", se encuentra con una gran paradoja: "escoge Barcelona para venir a hacer shopping y se encuentra con que todas las tiendas están cerradas el domingo", evidencia Gabriel Jené, el presidente de Barcelona Oberta, la entidad que ha hecho bandera de la reivindicación de la apertura libre de los comercios los 365 días del año. "Barcelona es el municipio turístico más importante de Catalunya y de España, pero es una de las ciudades más restrictivas en horario comercial, tanto en España como en Europa", dice. Por lo tanto, la entidad seguirá batallando con el Ayuntamiento de Barcelona y su nuevo alcalde, Jaume Collboni, para que las tiendas puedan abrir domingos y festivos, una opción que ahora solo tienen entre el 15 de mayo y el 15 de septiembre. Jené manifiesta que en Catalunya y España hay municipios que se han declarado turísticos y tienen las tiendas abiertas, a pesar de despertar menos interés para los visitantes.

Con respecto a las consecuencias laborales que puede tener esta medida en algunos comercios, el presidente de Barcelona Oberta insiste en el hecho de que "cuando se pide abrir todo el año, no se pide abrir todo el año en todas partes y a todas horas". "Reclamamos que el ayuntamiento se ampare en la ley estatal que habla de zonas de gran afluencia turística, porque Barcelona es una ciudad lo bastante grande para poder limitar cuáles son las zonas de gran afluencia turística y donde se tiene que abrir todo el año, para captar una divisa externa que se puede quedar en la ciudad y que ahora perdemos". Admite que hay áreas de la ciudad sin turistas donde "no tiene demasiado sentido abrir porque la demanda interna no se desplaza a estos barrios para ir a comprar en domingo", como tampoco hay que abrir todo tipo de establecimientos porque hay artículos que un turista no comprará nunca en una ciudad de la cual no es residente fijo".

El comercio y Barcelona, una ciudad de acontecimientos

Pero no todo depende de tener abiertas las tiendas. La limpieza y la ordenación del espacio público, la seguridad, la movilidad, la accesibilidad o el precio de los alquileres comerciales preocupan a las agrupaciones de Barcelona Oberta. Son cuestiones que forman parte del ideario de la entidad, que analiza las tendencias del retail y como las adapta en una ciudad como la capital catalana en un encuentro anual que, en la edición de este año, responderá al eslogan Barcelona más que nunca. La jornada, que tendrá lugar este jueves, se centrará en explorar y analizar el impacto de los grandes acontecimientos en la ciudad de Barcelona a lo largo de las últimas cuatro décadas. Bajo el título Como impactan los grandes acontecimientos en la ciudad de Barcelona, el encuentro abordará cuestiones clave relacionadas con la influencia de acontecimientos de renombre mundial, como el ISE, el Mobile World Congress, el Primavera Sound, la Copa América, la Fórmula 1, los Juegos Olímpicos de 1992 y el turismo de ferias, congresos y convenciones, en el tejido social y económico de Barcelona.