La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) tiene ante sí un nuevo combate. No ha pasado ni una semana desde que Jerome Powell compareciera ante el Senado y la Cámara de Representantes, dónde emitió un mensaje aguerrido contra la inflación, y el mercado vaticina un posible cambio de rumbo. El presidente de la Reserva Federal alzó la voz ante el desbocado IPC que aún mantiene Estados Unidos. Powell cree que la inflación aún está muy lejos de lo que le gustaría a la institución bancaria, por lo que abrió la puerta a nuevas subidas de tipos de interés. Pero además de ello, y atendiendo al mensaje que ofreció el máximo mandatario de la Fed, el mercado se hizo a la idea de que lo que está por venir es una nueva alza de 50 puntos básicos. De hecho, analistas confirmaron a ON ECONOMIA que esperan unos tipos al 6% más pronto que tarde.
Pese a ello, el pasado viernes saltó por los aires el mercado al conocer los problemas financieros de Silicon Valley Bank, el cual ha caído en quiebra luego de mantener posiciones en varias empresas del sector tecnológico, el cual fue uno de los que peor parado salió de 2022. Tal es el calado de esta quiebra que, en los últimos días, se ha visto como afectaba a la mayoría de los mercados de valores internacionales debido al temor a un nuevo crash financiero. Dichos descensos bursátiles también se han visto en Wall Street, dónde están sintiendo el efecto del desastre de Silicon Valley Bank.
El mercado valora la idea de que la Fed no mueva ficha
Ante un panorama como el actual, y viendo que el próximo 21 de marzo hay una nueva reunión de tipos de interés de la Fed, el mercado se ha aventurado a afirmar que la Reserva Federal no moverá ficha en la próxima cita monetaria. La realidad es que cualquier movimiento podría perpetrar la dinámica de la Bolsa estadounidense, y más con la elevada susceptibilidad que hay. Pero si a esto le sumamos que el mercado se hacía a la idea de un alza de tipos superior al visto en febrero, la afección sobre la Bolsa estadounidense podría ser aún mayor.
Hoy por hoy, los tipos de interés de Estados Unidos se asientan sobre el 4,50%, los más elevados desde noviembre de 2007. Esta cota es de por sí una fuerte presión al negocio de las empresas. Pero si además de esto le sumamos el temor y las dudas que han aflorado en el mercado desde el pasado viernes, una variación monetaria superior a lo visto en febrero podría abrir las puertas a unos descensos abultados.
Goldman Sachs cree que la Reserva Federal pausará las subidas
Es por ello por lo que algunos analistas, como los de Goldman Sachs, dan por hecho que la Fed no elevará los tipos de interés el próximo 21 de marzo. Para el banco de inversión estadounidense, la Reserva Federal pausará los incrementos de tipos de interés en la próxima reunión ante las turbulencias originas en el sector bancario a raíz de la quiebra de Silicon Valley Bank. “A la luz de la tensión en el sistema bancario, ya no esperamos que el FOMC (la Reserva Federal) realice una subida de tipos en su próxima reunión del 21-22 de marzo”, explican los analistas de Goldman Sachs.
La compañía con sede en Nueva York ve una pausa de las subidas de tipos ante el revuelo originado por el desastre de Silicon Valley Bank. Pese a ello, Goldman Sachs cree que la Fed tan solo se quedará quieta en la próxima reunión, y mantiene que esta acometerá nuevas alzas de 25 puntos básicos en las reuniones de “mayo, junio y julio”. Ante el hipotético frenazo que anticipa Goldman Sachs, los analistas del banco esperan que los tipos de interés se ubiquen sobre el 5,25% y el 5,50%, aunque también inciden en la incertidumbre que existe en el mercado.
Silicon Valley Bank, un actor inesperado
Silicon Valley Bank puede haberse convertido en ese actor que no esperaba la Reserva Federal. Y es que se trata de uno de los bancos de mayor calado en Estados Unidos y uno de los más activos en el mercado bursátil, manteniendo posiciones en varias compañías del sector tech. El anuncio de la ampliación de capital desató las dudas en Bolsa, algo que se evidenció con la caída del 60% en el mercado de valores. Tras esto, las autoridades certificaron la bancarrota de la compañía, siendo esta la segunda más abultada de la historia financiera de los Estados Unidos.
Con tal repercusión, y viendo como ha afectado sobre los valores bancarios del resto de mercado internacionales, la Reserva Federal entiende que de subir los tipos con intensidad, podría socavar aún más las cotizaciones de las firmas bancarias. Esto se da después de que la semana pasada Powell mostrase una postura dura contra la inflación, apoyándose en el buen momento del mercado laboral del país americano para llevar a cabo la que sería la novena subida de tipos consecutiva en menos de un año. Está por ver lo que ocurre en la próxima reunión, pero, de momento, hay agentes del mercado que anticipan una pausa de las alzas de tipos.