El Gobierno de España está analizando permitir el uso de agua reutilizada en la industria alimentaria, en un contexto de impacto económico en el sector por la sequía. Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) que dirige Luis Planas confirman su apoyo a esta medida que pide la industria, aunque primero tendrá que contar con el visto bueno de las autoridades sanitarias competentes antes de tramitarse.
Se trata de una medida que desde la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) llevan tiempo pidiendo al Ejecutivo para ahorrar costes en el proceso productivo, así como para aliviar los efectos de la sequía en las cosechas. “Hemos solicitado al Gobierno y con la ayuda del ministerio de Agricultura, la posibilidad de utilizar agua reutilizada para la producción de alimentos. Estamos pendientes del acuerdo con Sanidad y que pongan todas las garantías sanitarias que consideren”, destacó este martes el director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo, durante la presentación del Informe Económico de 2023.
“Creemos que esta medida sería fundamental también en la lucha contra la sequía”, señaló el director de la patronal de la industria alimentaria. En este sentido, la reconocida productora de cava Freixenet ha anunciado un ERTE que afectará a 615 trabajadores por los efectos que la sequía está provocando en el campo catalán, especialmente en la zona del Penedès, donde la falta de lluvias está haciendo sufrir las viñas.
Agricultura apoya la medida y pasa el balón a Sanidad
Desde el Ministerio de Agricultura han mostrado su apoyo al sector vitivinícola y se reunirán próximamente con Freixenet y con el Consejo Regulador del Cava para tratar la compleja situación climática que afecta a la producción de cava, producto con una elevada demanda. De hecho, el Gobierno facilitará el acceso y la inclusión de uva que no esté calificada como Denominación de Origen Protegida, pero que se asemeje a la que sí.
“La medida todavía no ha salido, pero esperamos que salga pronto, porque eso ayudará a las empresas a poder reutilizar y no necesitar agua limpia para limpiar maquinaria en contacto con alimentos y otro tipo de acciones”, explicó García de Quevedo. Según el informe presentado por FIAB, la producción de alimentos en España ha caído un 2,6% en 2023 respecto al año anterior, entre otras cosas por las condiciones climáticas adversas.
Por su parte, desde el Ministerio de Agricultura han mostrado su apoyo a la industria de la alimentación, remarcando que serán las autoridades sanitarias las que decidan finalmente. “El ministerio apoya la posibilidad de que se utilice el agua reutilizada para la industria alimentaria, pero son las autoridades sanitarias las que deben definir los parámetros bajo los cuales se puede utilizar esa agua, que tienen que ver con cuestiones de salud pública”, subrayó Fernando Miranda, secretario general de Agricultura.
En cualquier caso, el número dos de Luis Planas defiende su utilización, tal y como ocurre en otros países de la Unión Europea, como Francia, y ante un escenario de escasez de agua como el que vive España actualmente. “Igual que lo hacemos con el agua del regadío, también pensamos que en el ámbito de la industria se puede utilizar”, argumentó Miranda.
Reducir el desperdicio alimentario a la mitad en 2030
Por otro lado, Miranda ha fijado las prioridades del ministerio para este año, poniendo el foco en tres líneas de actuación. Una de ellas será poner en marcha la Estrategia Nacional de Alimentación, para la que se reunirán con los agentes interesados en el sector a finales de este semestre, con el objetivo de presentarla definitivamente a principios de 2025.
“Tiene la vocación de ser la caja de herramientas para el diseño de nuestras políticas, con la que pretendemos retomar el concepto de los sistemas agroalimentarios sostenibles y ser capaces de integrar todas las políticas, instrumentos y visiones que influyen en el sistema agroalimentario”, destacó el secretario general de Agricultura.
La segunda estrategia, tiene que ver con la prevención y lucha contra la pérdida y el desperdicio alimentario. Actuación que se materializa en la ley de desperdicio alimentario que ahora mismo está en tramitación en el Congreso de los Diputados. Es una ley que se quedó a medio camino de tramitación justo cuando se convocaron las elecciones generales del año pasado.
“Pretende incidir en la prevención, en el conocimiento y en la lucha del desperdicio alimentario en España. Actualmente, se desperdician entre 1,3 y 1,4 millones de toneladas al año, que es una cifra que tenemos que reducir a la mitad si somos capaces de alcanzar ese objetivo en el año 2030”. En cualquier caso, Miranda ha asegurado que se trata de una ley basada en la prevención y en la concienciación, y no quieren “que sea gravosa desde el punto administrativo, sino basada en la prevención y en el conocimiento”.
La tercera estrategia está enfocada en alimentos de España, “que es con la que hemos querido hacer la marca de país que represente a todo nuestro sector agroalimentario, tanto en nuestro país como en terceros países”, explicó. Se divide en dos patas, una dirigida a la parte estatal, con la campaña de comunicación El país más rico del mundo, para dar de conocer nuestros alimentos a los ciudadanos y otra a nivel internacional, a través de Spain Food Nation, la herramienta conjunta con el ICEX (el brazo exportador del Ministerio de Economía), para acudir a los eventos más importantes y apoyar a organizaciones para que estén presentes en dichos eventos.