No es inédito, pero es raro que un gobierno rehaga las previsiones macroeconómicas al mes de arrancar el año. Normalmente, las previsiones que suele emitirse en septiembre, en el marco de la elaboración de los presupuestos generales del Estado, no se retocan hasta abril, cuando el gobierno español remite a Bruselas el plan de estabilidad. Por eso, cobra más relevancia que este martes, el Consejo de Ministros haya aprobado un nuevo cuadro de previsiones. Los nuevos cálculos del Ministerio de Economía, que dirige Carlos Cuerpo, ha elevado su previsión de crecimiento del producto interior bruto (PIB) para 2025 desde el 2,4% al 2,6% y ha mantenido sus perspectivas para la evolución económica de 2026 en el 2,2%. Dos décimas puede parecer poco, pero es elevar un 10% el crecimiento.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha afirmado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que este cuadro macroeconómico confirma un patrón de crecimiento "robusto" y unas "buenas perspectivas" hacia adelante. La revisión al alza deriva de los cálculos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que ha elevado al 3,2% el crecimiento del conjunto del pasado año, cinco décimas más que en 2023, tras un cuarto trimestre en el 0,8%, el mismo que registró en el segundo y tercer trimestre.
El responsable de la economía española ha señalado, tras el Consejo de Ministros, que ha dado el visto bueno a la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, el buen pulso del final de 2024, que habría situado a España en una "muy buena posición" de cara a 2025 y 2026. "Llevamos un patrón de crecimiento de cuatro años por encima del 2%, que es ese objetivo de crecimiento potencial a medio plazo". Esto tiene "aún más mérito", dado el contexto internacional en el que se está produciendo. Y es que España está liderando el crecimiento entre las grandes economías europeas y, lo que prevén todas las organizaciones internacionales, es que va a seguir haciéndolo también hacia adelante en el bienio 2025-2026.
Consumo e inversión
El Ejecutivo de Sánchez estima que este "crecimiento equilibrado" en los próximos dos años se apoyará en mayor medida en el consumo privado, que crecerá un 2,8% en 2025 y un 2,3% en 2026, y la inversión -que se ha mostrado muy débil desde la pandemia-, que se impulsará un 4,5% en 2025 y un 4,9% en 2026. En concreto, Cuerpo ha explicado que la evolución esperada del consumo privado está basada en una sólida situación financiera de las familias, en la recuperación progresiva de su poder adquisitivo y también en la buena evolución del mercado de trabajo.
En el caso de la inversión, esta evolución positiva está basada en las buenas perspectivas que tienen los empresarios ahora mismo, las mejoras continuadas de las condiciones financieras y el despliegue continuado en estos dos años de los fondos del Plan de Recuperación. El Ejecutivo también prevé que las exportaciones seguirán manteniendo un crecimiento sostenido hacia adelante en distintos ámbitos, manteniendo la cuota en materia de mercancías, pero también con un crecimiento sostenido de las exportaciones en servicios, tanto turísticos como no turísticos.
En concreto, el gobierno español estima un crecimiento de las exportaciones del 2,3% en 2025 y del 2% en 2026. "Esto es aún más relevante, precisamente dado el complejo contexto internacional", ha subrayado el responsable económico del Gobierno. En todo caso, las perspectivas de importaciones son aún mayores, con crecimientos esperados del 3,5% cada año. Así, la contribución de la demanda externa será negativa (-0,3% en 2025 y -0,4% en 2026).
De su lado, el nuevo cuadro macro contempla un crecimiento del PIB nominal del 5,4% para 2025 y del 4,6% para 2026 y una subida del deflactor del PIB del 2,6% para este ejercicio y del 2,3% para 2026. El Ministerio de Economía nunca hace previsión del IPC; en su lugar, calcula de deflactor del PIB. Este segundo mide el precio de los productos y servicios generados en España, a diferencia del IPC, que mide los precios de cualquier producto o servicio consumido en España.
Medio millón de empleos
Otro de los puntos en los que se apoya el crecimiento económico es en la evolución del mercado laboral. De hecho, el Gobierno estima que se crearán alrededor de 500.000 empleos al año, que se alcancen los 23 millones de afiliados a finales del 2026 -actualmente están por debajo de los 21,5 millones- y que la tasa de paro caiga del 10% el próximo año. En concreto, el Ejecutivo estima que la tasa de paro seguirá bajando, hasta situarse en el 10,4% en 2025 --dos décimas más que en la anterior previsión-- y en el 9,7% en 2026.
El aumento de la ocupación previsto por el Gobierno será del 2,5% en 2025 y del 2,3% en 2026. Este crecimiento, ha explicado el ministro, vendrá acompañado de una mejora de la productividad por hora.