Después de que hayan caído en saco roto unos 2.182 millones de euros de los 2.975 millones que tenía asignados el Perte VEC (el paquete de ayudas de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica para el vehículo eléctrico), el Gobierno central considerará la opción de flexibilizar las garantías financieras y técnicas exigidas a los proyectos adjudicatarios de los fondos europeos.
De hecho, deberían adaptarse para repartir las ayudas desiertas cuando, en el primer trimestre de 2023, se lance una segunda convocatoria del Perte VEC. Lo cierto es que “algo de margen hay para flexibilizar las garantías exigidas”, según manifestó este martes el director general de Industria y Pyme, Galo Gutiérrez. El responsable del Ministerio de Industria admitió que, en el momento de diseñar los Perte, se pensó que “no era un disparate pedir una garantía del cien por cien”, pero se ha visto que las "circunstancias son muy difíciles". Por ello, determinó que "de cara a futuros Perte" se flexibilizará esa petición de garantías y se va a poner en relación con la solvencia de la empresa que presente un proyecto para optar a los fondos.
Los requisitos solicitados limitaron las opciones a pymes y corporaciones empresariales, como demuestra que se admitieron para el Perte VEC un total de 10 proyectos -de los 13 presentados- que solicitaban 877,2 millones de euros, pero únicamente han obtenido 792,8 millones de euros, casi un 10% menos. De los diez proyectos admitidos, siete han cumplido con las garantías y la documentación tal cual se exigía en las condiciones de adjudicación y los tres restantes han tenido que hacer ajustes por la propia voluntad de los solicitantes y solo uno ha tenido que avalar las Inversiones porque eran muy elevadas para la dimensión de las compañías que concursaban.
Entre los más perjudicados en el reparto de los fondos, se encuentra el hub liderado por QEV Technologies y BTech que, ante la falta de avales bancarios, recibirá 65,22 millones de euros, es decir, un 39,5% menos que los 107,84 millones de euros necesarios para implementar la reindustrialización de la antigua fábrica de Nissan, en la Zona Franca de Barcelona.
También se aplicó una rebaja a proyectos como el de Volkswagen y Seat, denominado Future: Fast Forward, se le asignan ahora 356,58 millones de euros, lo cual supone una rebaja del 10,2% frente a los 397,27 millones de euros que se le otorgaban con anterioridad.
En este sentido, el director general de Industria y Pyme, Galo Gutiérrez recordó que la propuesta definitiva de la primera convocatoria del Perte VEC, antes de la presentación de garantías, ascendía a 877 millones de euros -el 33 % de la ayuda que se había solicitado-, mientras que una vez se emita la definitiva con el cumplimiento de garantías y documentación, que se pueden justificar hasta el 21 de diciembre, podría elevarse a 792 millones de euros. De esta cantidad, 267 millones de euros corresponderían a préstamos y 525 millones a subvenciones, según concretó durante la clausura del Encuentro sobre la Industria de Automoción, organizado por la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto) y la firma E&Y.
Por otro lado, Gutiérrez señaló que este mismo año se llevará al Consejo de Ministros el Perte para la descarbonización de la industria, que tiene cierta incidencia también en el sector del automóvil. Este nuevo fondo con recursos de los Next Generation estará dotado con 2.900 millones de euros, de los que 1.200 millones figurarían en el capítulo de subvenciones y 1.700 millones, en el de préstamos.
Entre los objetivos del Perte para la descarbonización se admitirán proyectos que persigan la mejora de la eficiencia energética, el impulso de la competitividad del sector manufacturero, promover la seguridad energética, la reducción del consumo de gas natural en la industria, el fomento del uso de energías renovables, la protección del medio ambiente, el avance hacia la economía circular y la creación de empleo de alto valor añadido.