El gobierno español ha activado los primeros 3.400 millones de euros, de un total de 20.000 millones, del Fondo de Resiliencia Autonómica (FRA), una línea de préstamos para aquellas comunidades autónomas que quieran acometer proyectos regionales con condiciones ventajosas de financiación. Se trata de un dinero procedente de los fondos Next Generation y de una línea complementaria del Banco Europeo de Inversiones (BEI) que preside la española Nadia Calviño. Durante la tarde de este miércoles, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuesta, ha convocado la conferencia sectorial del Plan de Recuperación, Transición y Resiliencia en el que participan los consejeros autonómicos para determinar la participación de las comunidades autónomas en la gestión del nuevo Fondo de Resiliencia Autonómica.
A diferencia de los fondos Next Generation —que eran ayudas directas no reembolsables— el FRA proviene de la segunda pata del Plan de Resiliencia —líneas de financiación— con condiciones más favorables gracias a ser obtenidos en los mercados internacionales por los organismos comunitarios, lo que permite costes inferiores a las que puedan obtener los gobiernos regionales de la Unión Europea por su cuenta.
Cuerpo ha transmitido a los representantes regionales que las comunidades autónomas tendrán un papel protagonista en la gestión de los fondos, por lo que les ha solicitado que designen sus representantes en los Consejos de Inversión, que serán los encargados de aprobar las grandes operaciones, dar seguimiento y supervisar la selección de los intermediarios financieros. El ministro ha pedido que estos nombramientos se produzcan lo antes posible para que antes de agosto "el fondo pueda estar a pleno rendimiento y firmar las primeras operaciones". De hecho, ha avanzado que el BEI ya tiene identificados proyectos potenciales por unos 1.000 millones.
Este fondo podrá canalizar hasta 20.000 millones de euros de los fondos Next Generation EU en préstamos para financiar proyectos públicos y privados regionales en condiciones ventajosas y a largo plazo. El fondo se irá gastando por fases en función de la acogida que tenga dentro de las comunidades autónomas, porque a diferencia de las ayudas directas, este dinero se concede bajo demanda, pues hay que devolverlo. Por este motivo, se trata de un sistema mucho más flexible, pues carece de cuotas de reparto predeterminadas ni topes por territorios. En esta primera fase se ofertan 3.400 millones de euros y, en función de las peticiones, se irá ampliando la línea de financiación.
Gestión compartida
No obstante, la gestión del fondo será compartida con los gobiernos autonómicos, que deberán designar en las próximas semanas sus representantes en sus Consejos de Inversión que tendrán la última palabra para aprobar los proyectos que pueden ser financiados mediante el FRA. En este sentido, en el encuentro, Cuerpo ha ahondado en los detalles que ya había avanzado a los presidentes autonómicos sobre las características de este Fondo, en particular sobre su gobernanza, en la que las CCAA tendrán un papel protagonista. Se encargarán de dar seguimiento al desempeño del fondo, aprobarán las grandes operaciones de financiación a proyectos regionales y supervisarán la selección de los intermediarios financieros.
El FRA se pone en marcha una vez formalizados los primeros acuerdos legales con el Grupo Banco Europeo de Inversiones, compuesto por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Fondo Europeo de Inversiones (FEI). El objetivo es, según el Ministerio de Economía, dar continuidad a los proyectos que fomenten la transformación y resiliencia de la economía, financiando iniciativas privadas y públicas.
Unos fondos que deberán emplearse en las siguientes áreas prioritarias:
- Vivienda social y asequible y regeneración urbana,
- Transporte sostenible,
- Competitividad industrial y de las pymes,
- Investigación, desarrollo e innovación,
- Turismo sostenible,
- Economía de los cuidados,
- Gestión de aguas y residuos y
- Transición energética.
Devolución en 30 años
Entre los instrumentos financieros se cuenta con un instrumento directo de cofinanciación, que permitirá otorgar préstamos con los fondos Next Generation para proyectos de gran tamaño, como energías renovables, transporte limpio o infraestructuras sostenibles, entre otros, cuya financiación puede llegar en algunos casos hasta los 20 o 30 años de plazo máximo y que se complementará con financiación del BEI haciendo uso de sus recursos propios.
Igualmente, se usará un conjunto de instrumentos intermediados, cuya financiación se otorgará a través de intermediarios seleccionados por el Grupo BEI (entidades financieras y gestores de infraestructuras o capital riesgo, por ejemplo), para apoyar proyectos de menor tamaño en el ámbito del desarrollo urbano y el turismo sostenible, así como financiación a pymes en materia de innovación, sostenibilidad y competitividad. Economía matiza que la financiación procedente del FRA es complementaria a la que realiza el Grupo BEI con recursos propios adicionales y a la atracción de financiación privada proveniente de los intermediarios financieros y otros inversores. En 2023, el Grupo BEI firmó acuerdos de financiación en España por valor de 11.386 millones de euros.