El gobierno de Pedro Sánchez recupera la Comisión Nacional de Energía (CNE). El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el anteproyecto de ley para restablecer la extinta CNE, que en 2013 pasó a estar integrada dentro de la Comisión Nacional para los Mercados y la Competencia (CNMC) junto con otros reguladores.

Según ha explicado este martes la vicepresidenta tercera del gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se tramitará por la vía de urgencia y, si todo va bien, teniendo en cuenta que la gran mayoría de los grupos consultados son proclives a su recuperación, podría publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE) antes de fin de año.

En la rueda de prensa posterior al Consejo, Ribera aseguró que hay 24 reguladores independientes en el ámbito europeo, que la creación de la CNMC se debió a un criterio de oportunidad política en 2013, pero que ante la transformación del sector energético se debe recuperar un organismo específico que esté bien dotado.

Como parte del restablecimiento de esta autoridad regulatoria independiente en materia de energía se actualizarán sus funciones, se reforzarán sus medios y contará con un fondo específico para la gestión y liquidación de los sistemas de electricidad y gasista en las actividades reguladas.

Este fondo para gestionar las liquidaciones de los sectores energéticos es una medida que responde a la petición expresa de la Intervención General de la Administración, de la Oficina de Contabilidad Nacional, para facilitar la transparencia y la mejor gestión de los flujos económicos que proceden de estas actividades reguladas que aparecen en las facturas pero que corresponde liquidar a las operadoras, ha añadido.

Esta CNE, además de sus funciones clásicas de seguimiento del funcionamiento correcto de los mercados energéticos, una vía con la que se quiere garantizar precios competitivos para los consumidores y señales eficientes para la inversión, tiene que incorporar la descarbonización. En este sentido, según precisó la vicepresidenta, se trata de favorecer, a la hora de tomar las decisiones regulatorias, ese objetivo europeo de la descarbonización.

Ribera subrayó que el nuevo organismo asume funciones regulatorias, consultivas, de asesoramiento y resolución de conflictos entre operadores e incorpora nuevos vectores energéticos, a los que se añade el hidrógeno y los gases renovables a la electricidad, el gas y los hidrocarburos.

También se reforzarán las funciones de inspección, consolidando atribuciones que desempeñaba de manera transitoria como el velar por la resolución de las quejas de los consumidores.

Estructura

Como parte de su estructura se plantea que tenga siete consejeros a los que se piden 5 años de experiencia vinculados a este ámbito y habrá capacidad de veto del Congreso. Contará con tres direcciones, una electricidad, otra de gas, y una tercera de inspección.

Para sacar este proyecto adelante, la ministra señaló que hay distintas vías de comunicación y escucha y que será muy importante atender los comentarios y observaciones para remitir el proyecto de ley al Congreso de los Diputados, empezando obviamente por el regulador actual CNMC, que tiene mucho que decir, ha reconocido.

Hasta que se recupere este organismo, la CNMC seguirá desempeñando sus funciones con normalidad y la recuperación de los equipos y dotaciones se hará con la mayor diligencia. En el acuerdo de gobierno suscrito entre el PSOE y Sumar ya se recogía resucitar la CNE, que fue el ente regulador de los sistemas energéticos entre 1995 y 2013.