El ya nuevo presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado en sede parlamentaria que ampliará seis meses más —hasta el 1 de julio de 2024— la rebaja del IVA a 15 alimentos básicos. Sin embargo, la promesa va contra el espíritu de la medida, al menos como se ha planteado hasta ahora, pues en los dos decretos que han regulado la ayuda anti inflación, se establece que si el IPC subyacente (descontando los alimentos frescos y la energía) baja del 5,5%, la rebaja del IVA quedará sin efecto. Y en octubre, se ha colocado en el 5,2%.
Sin embargo, la redacción en ambas normas plantea que el 5,4% se debía alcanzar en un determinado mes, en concreto, en medio del periodo regulado. Así, en los seis primeros meses de este año (regulado por el Real Decreto-ley 20/2022 aprobado el 27 de diciembre), si la inflación subyacente se colocaba por debajo del 5,5%, se dejaría de aplicar la ayuda fiscal a los consumidores, pero en aquel mes tocó el 7,5% (casi el máximo en más de 40 años). En la prórroga para el segundo trimestre de este 2023 —aprobada por el Real Decreto-ley 5/2023 del 29 de junio— se fijó septiembre como el mes en el que la inflación subyacente debería estar como máximo en un 5,4%. Sin embargo, ese mes la subyacente se colocó en un 5,8%, por lo que la ayuda podía permanecer vigente hasta final de año.
Ahora bien, en octubre la inflación subyacente está en el 5,2% —el punto más bajo desde mayo del pasado año— y las previsiones son que siga descendiendo. El consenso de los 19 gabinetes de análisis de coyuntura que recoge el Panel de Funcas aboga porque la inflación subyacente de media será el 5,9% para el conjunto de 2023 y, de enero a octubre, la media está en el 6,45%, por lo que deberá seguir reduciéndose en los dos últimos meses del año, en opinión de los analistas. De hecho, Funcas apunta a que en noviembre, la inflación sin alimentos frescos y energía tendrá un nuevo descenso de 5 décimas, al 4,7%, y en diciembre al 4,2%; a diferencia del índice general, que crecerá en los dos últimos meses hasta cerrar el año en un 4%.
Tres opciones
De cumplirse las previsiones de Funcas, el Gobierno tendrá difícil justificar la prórroga si pretende mantener el objetivo anti inflacionista, lo que le obliga a ligar la rebaja del IVA a un límite de la subyacente. Para cumplir la promesa de Sánchez hay tres opciones: la primera, cambiar completamente las reglas seguidas hasta ahora y eliminar del nuevo Real Decreto-ley la supeditación de la ayuda fiscal a la subyacente. La segunda, mantener la redacción actual y, por tanto, la exigencia de que si se coloca por debajo del 5,5% se elimina la rebaja del IVA, a pesar de que en diciembre (cuando se tendría que aprobar la prórroga) podríamos estar con una subyacente inferior al 4,5%- Lo cual, resultaría chocante. Y, la tercera, mantener la limitación a una subyacente, pero reducir el límite del 5,5%, a un máximo del 4%.
En cualquiera de las dos últimas opciones, sería previsible que la medida no estuviese en vigor más de cuatro meses, pues el consenso de los analistas considera que la subyacente continuará su descenso hasta colocarse de media anual en el 3,3%. Funcas, que prevé un 3% de media anual, pronostica que en marzo de 2024 la subyacente estará ya en el 3,3%, para terminar diciembre en un 2,3%. Lo que implicaría que en marzo se podría estar ya por debajo del límite establecido y las ayudas deberían eliminarse el 1 de mayo de 2024.
Medida polémica
La reducción del IVA de 15 alimentos básicos para contener la subida de los precios ha sido una medida fuertemente críticada por los expertos, pero también por Yolanda Díaz (socia de gobierno de Sánchez) que apostaba por poner límites a las subidas de precios a las cadenas de distribución, estableciendo una cesta básica de la compra que no superase los 25 euros. Los expertos, por su parte, son contrarios a medidas que afecten a toda la población por igual, y prefieren focalizarlas en las familias con mayores dificultades económicas. En este sentido, son partidarios de aportaciones directas, como el cheque de ayuda que también se aprobó para este año.
Pero ahora, además, se suma Bruselas —y la OCDE—, que ha solicitado a todos los gobiernos que retiren las ayudas anti inflación para empezar a reducir los abultados déficits fiscales acumulados los últimos años con el covid y la guerra de Ucrania. La rebaja del IVA de los 15 alimentos básicos ha supuesto una merma de ingresos de 1.294 millones de euros hasta setiembre, por lo que podría terminar en cerca de los 1.800 millones para todo 2023. Reproducir la medida seis meses más tendría un coste de unos 800 millones, poniendo en riesgo el compromiso de España de cumplir con un déficit presupuestario del 3% el año próximo. Algo que la Comisión Europea ya ha descartado, que coloca el déficit español en el 3,2% en 2024 y en el 3,4% en 2025.