El Gobierno español ha presentado este martes el Plan de Acción de las Materias Primas Minerales 2025-2029, que traza las líneas para el reciclaje de minerales pero también para encontrar nuevos yacimientos que puedan hacer a España más autónoma en electrónica y transición energética. Ante una escalada de la tensión geopolítica, Estados Unidos exigiendo a Ucrania accesos a sus tierras raras y China copando aún el mercado de los minerales necesarios para llevar a cabo la transición energética y la electrificación de la movilidad.
Así España podría tener en su subsuelo litio, níquel, cobalto o tierras raras, lo cual dependiendo de la magnitud podría ser una gran noticia para España y la Unión Europea, que necesitan menor dependencia de China para gran parte de la industria verde, tanto de las baterías como de vehículos eléctricos, placas fotovoltaicas y otros. El plan "mejorará el conocimiento de los recursos minerales del país, atendiendo especialmente a las materias primas fundamentales definidas por la UE", reza el Ministerio de Transición Ecológica. "Hace décadas que en España no se desarrolla una prospección similar –la última fue el Plan Nacional de Minería, entre 1969 y 1970– y no se hizo buscando los recursos que ahora son fundamentales, como el litio, el níquel, el cobalto, o las tierras raras".
Se trata, así pues, del primer plan vinculado a la minería lanzado en democracia, y contará con la participación Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) y las comunidades autónomas. Contará con la tecnología para "buscar recursos no identificados, gracias a la revisión de los estudios geocientíficos existentes, nuevos estudios geofísicos y de detección remota, campañas geoquímicas o nuevos sondeos".
Además de nuevos recursos, en las más de 1.000 balsas y escombreras se buscarán residuos, que puedan utilizarse para la economía circular, esto es, para reaprovechar minerales ya desechados, tanto en explotaciones en curso como en algunas ya cerradas y abandonadas, puesto que el aprovechamiento se hizo en ellas con técnicas anticuadas.
El Gobierno abrirá dos líneas de ayudas para que las empresas busquen recursos identificados y otra para residuos.
Para llevar a cabo el plan integral, se creará una nueva Ley de minas, "moderna y dinámica, con los más altos estándares ambientales y sociales, y coherente con todas las normas nacionales y europeas que se han venido publicando en los últimos tiempos".
La hoja de ruta se plantea a partir de cuatro claves estratégicas. La primera es buscar "la eficiencia y la economía circular en las cadenas de valor del suministro de materias primas minerales, integrando y concretando para la industria extractiva los objetivos y líneas de actuación de la Estrategia España Circular 2030".
La segunda, "impulsar y consolidar la gestión sostenible de las materias primas minerales en la industria extractiva española".
La tercera, "enfocarse en la seguridad de suministro y el cumplimiento de los requisitos medioambientales, geoestratégicos y de justicia social en la importación de materias primas minerales".
Y la cuarta, "fomentar la industria de materias primas minerales de carácter estratégico para la transición energética y digital, por su empleo en la implantación de energías renovables, baterías para vehículos eléctricos y sistemas de almacenamiento de energía a medio y largo plazo".
El ejecutivo apunta a estudios realizados en otros países que estiman que cada euro invertido se traduce en 900 euros en producción minera y cada empleo en investigación geocientífica puede generar hasta 56 empleos en investigación minera en campo y en 128 en la producción de materias primas minerales. La detección y análisis de necesidades en materias primas minerales y de la capacidad para satisfacerlas guiará este ambicioso plan que lleva de la amno también una inversión de 400 millones para la recuperación ambiental de suelos contaminados o afectados por la minería.
España es el primer productor mundial de pizarra de techar, el segundo de mármol y rocas ornamentales, y el tercero de granito; dentro de la UE es el único productor de estroncio y sepiolita, el primero de fluorita y yeso, y el segundo de cobre, magnesita y sales potásicas. Hay más de 2.600 explotaciones, que mantienen más de 30.000 empleos, cuya producción tiene un valor superior a los 3.500 millones anuales. El valor económico de las materias primas fundamentales –cobre, fluorita, feldespato, estroncio, wolframio y tántalo– supera los 850 millones.
Joan Groizard, secretario de Estado de Energía, ha explicado en la presentación del plan que “busca un ‘enfoque 360’ para la gestión de materias primas, transformar un sector que mantiene a 30.000 empleos apostando por la identificación de las necesidades, el reciclaje y la circularidad, la trazabilidad de las materias que importamos, el conocimiento del recurso existente en España y la recuperación y restauración sostenible de espacios”.
La presidenta del CSIC, Eloísa del Pino, miembro del Grupo de Trabajo y anfitriona de la reunión, ha declarado por su parte que ayudarán a "aportar soluciones innovadoras para la exploración, extracción y recuperación de estos recursos esenciales, promoviendo la sostenibilidad y la autonomía estratégica del país”.