El Gobierno de España está trabajando con la banca y con operadoras de telecomunicaciones en un plan para evitar "cuanto antes" que se sigan produciendo estafas telefónicas. Fraudes en los que se roba dinero al cliente de un banco haciéndole creer que le está llamando su propia entidad.
Desde la Secretaria de Estado de Telecomunicaciones, igual que desde la banca y las operadoras, han confirmado a EFE la noticia adelantada este lunes por el diario Cinco Días. La banca lleva años concienciando a sus clientes del riesgo de que se produzcan estafas y frenando ataques fraudulentos por vía de mensajes de texto o correos electrónicos.
Sin embargo, en los últimos meses se ha dado una nueva modalidad de estafas telefónicas. En este caso, los delincuentes suplantan el número de teléfono de una sucursal de la entidad financiera para hacer creer al cliente de un banco que la llamada es oficial, lo que se conoce como "vishing".
En esa llamada fraudulenta se traslada a la víctima que se están retirando fondos de su cuenta y para evitarlo se pide la colaboración del cliente, que acabe dando sus datos, contraseñas incluidas, creyendo que habla con su entidad, cuando en realidad se los está aportando a un delincuente que aprovecha para robarle el dinero.
Se trata de una estafa en la que en sentido estricto no se produce el robo de datos, pues es el propio cliente el que los aporta, y además se da una suplantación de un número de teléfono oficial de una entidad financiera, por lo que se necesita la implicación de las operadoras de telecomunicaciones para evitarlo.
Los bancos explican que no son responsables de este tipo de estafas porque sus sistemas informáticos no están siendo atacados ni se están produciendo brechas de seguridad en los mismos, pero entienden que hay que ofrecer una mayor protección a los clientes.
Ante esta realidad, la banca y las telecos buscan desde hace semanas junto al Gobierno un plan para frenar este tipo de estafas, con una solución "técnica y normativa", según explica el diario, que permita comprobar la autenticidad de las llamadas o bloquear los intentos de los delincuentes.