El gobierno español retomó en febrero de este 2024 el proyecto de ley de Movilidad Sostenible que había sido aprobado en diciembre de 2022 y que decayó al disolverse el Congreso y el Senado por la convocatoria de elecciones de generales en mayo del 2023. Desde el PSOE reconocen que hacer un nuevo proyecto les restaba tiempo y no les permitiría cumplir con uno de los objetivos acordados con la Comisión Europea en la Adenda al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Es decir, perderían la financiación. Y es que, si no está en marcha antes de que acabe el 2024 no podrá contar con los fondos europeos. Así que decidieron aprobar el mismo texto que en 2022. Sin embargo, solo quedan tres meses para acabar el año y el proyecto está paralizado. Por ello, desde algunos partidos de la oposición como el PP o ERC, temen que la ley no salga adelante. Desde el PSOE, intentarán lo contrario.
Así lo han puesto de relieve este martes desde estos partidos, durante su participación en un foro organizado por Trainline, donde precisamente se debatía el rol que juegan las plataformas digitales en la Movilidad Sostenible y qué papel tendrán en la futura ley.
Inés Granollers, diputada de ERC, recordaba que el proyecto de ley de Movilidad Sostenible cayó cuando se convocaron elecciones en mayo del 2023. Se retomó este 2024, pero no se ha avanzado. “Todavía estamos en periodo de enmiendas y creo que hubiera sido mejor incorporar alguna donde se hable de financiación o de objetivos más claros que no están en la ley”, señalaba.
El plazo de aprobación de esta ley llega a su fin, pues debe estar completada antes de que acabe 2024. Aunque entre los partidos de la oposición, no lo ven fácil. “Me gustaría que se dejara tramitada cuanto antes. Si puede ser en 2024 mejor, pero no parece posible siendo realistas, sobre todo viendo como se alargan los tiempos en el Consejo de los Diputados”.
Desde el PP, Ana Martínez Labella, compartía esta opinión. “Yo no soy tan optimista, esta ley se presentó a principios del año pasado, el ministro decidía retomarla este ejercicio para tenerla terminada en 2024 y no perder los fondos europeos, desde entonces ha habido debates y foros, pero poca negociación de los partidos”, comentaba.
“El documento es farragoso, si no se hubiera hecho con esa premura se podrían haber incluido o presentado alegaciones, y haber hecho un texto algo mejor que lo que hay encima de la mesa. Pero me temo que vamos contra reloj porque quedan tres meses para acabar el año, no somos optimistas”, insistía.
A Ignacio López, del PSOE, le ha tocado aportar optimismo. “Es un proyecto del Gobierno, pero para que sea ley debe ser aprobado en el Parlamento, somos nueve grupos parlamentarios distintos y el Gobierno no tiene mayoría, por lo que se tiene que conseguir el apoyo de otros grupos”, explicaba.
Pese a esta dificultad, el diputado socialista “sí” cree que hay “predisposición” por parte de los distintos grupos, de alcanzar un acuerdo. Además, “sería positivo” porque la ley va a permitir que se produzcan muchos cambios en el sector del transporte. “Se podrían hacer muchas cosas si el resto de los partidos se suman”.
López reconocía, eso sí, que el documento que recoge esta futura ley no es el más adecuado, pero el tiempo corre en su contra. “Es verdad que el Proyecto de Ley era de la legislatura pasada y decae cuando la legislatura acaba. Si el gobierno actual no hubiera aprobado el mismo proyecto de ley, se tendría que hacer uno nuevo, lo que suponía un año y medio de tramitación interna, y por temas de fondos europeos, si no está hecho el 31 de diciembre se pierde”.
El Gobierno español decidió entonces “retomar” el proyecto anterior con el objetivo de matizarlo y mejorarlo a lo largo de este ejercicio. “¿Y qué ha pasado desde entonces, hemos tenido muchos procesos de ley distintos?”. Sin embargo, López confía en que ahora sí podrán meterse en esa negociación y sacarlo adelante antes de que acabe diciembre.