El Govern ha creado un servicio llamado 'Adáptate en los nuevos Estados Unidos' a través de ACCIÓN, del Departamento de Empresa y Trabajo, a fin de que las empresas catalanas que exportan a la potencia norteamericana naveguen con las nuevas políticas del presidente Donald Trump, tanto por su iniciativa proteccionista y de aranceles como por su imprevisibilidad. Son más de 3.000 empresas las empresas catalanas que exportan a los Estados Unidos, el primer destino del mundo, donde facturaron 3.647 millones, el 3,6% de las empresas catalanas. La figura de Trump tiene un peso central además en los 7 riesgos que el departamento detecta para las empresas catalanas de cara a este año. Según el informe, las políticas de Trump pueden costar a Catalunya una reducción del 0,2% de su PIB.
Funcionarios del departamento ofrecerán a las compañías "un análisis personalizado" para saber, en función del producto o servicio que ofrezcan, cuál es su riesgo ante los nuevos aranceles y cómo afecta a su cadena de aprovisionamiento, tanto para las empresas que quieran desembarcar como para las que ya exportan al país. Una vez valorado el riesgo, ACCIÓ los ayudará a conseguir un plan de contingencia y de estrategias alternativas para garantizar la competitividad, tanto desde las oficinas catalanas como de las que tiene en los Estados Unidos en Nueva York, Washington, Miami, Austin y Silicon Valley.
El departamento de ACCIÓN, ante la nueva investidura y otros elementos geopolíticos, ha elaborado además una guía titulada 'Análisis de riesgos y tendencias globales 2025, con 7 riesgos para las empresas catalanas en los cuales Trump juega un papel fundamental. El primer riesgo que señala es el nuevo orden mundial más fragmentado. Con la invasión de Rusia en Ucrania, los bloques de la Unión Europea y los Estados Unidos se confrontaron más frontalmente con Rusia. Pero al mismo tiempo, la administración de Joe Biden llevó un paso más allá la guerra comercial con China y otros países con una nueva política de aranceles y estímulo de la producción interna que afecta también a Europa.
Este nuevo orden mundial, apunta el informe también incluye las crisis en el Oriente Medio y la situación de la China con Taiwán. "En este nuevo orden mundial también destaca el papel del sur global y de los BRICS+ que, con la China como líder, buscan establecer alianzas para defender sus intereses ante la fragmentación actual", dice el comunicado del Departamento de Empresa, que también apunta a los riesgos en Europa por "la erosión de la confianza en las instituciones y el ascenso de partidos de ultraderecha y euroescépticos", así como la debilidad del eje franco-alemán.
Más proteccionismo y crisis climática
El proteccionismo y la reducción del comercio mundial, con una reorientación de sus flujos, es el segundo de los riesgos que apunta el informe en las empresas catalanas, una tendencia que "se acentuará con la vuelta al poder de Trump" y "su intención de imponer aranceles universales". Una política, alerta el informe, de que afectará especialmente a la industria y, más en concreto, la automoción, el sector aéreo, la siderurgia, la química y el sector farmacéutico y que puede provocar "tensiones inflacionistas, una reducción del comercio y una desaceleración económica global".
Para confrontarlo, el informe apunta la necesidad de anticiparse a los cambios, diversificar mercados, localizar filiales en varios países y aprovechar los acuerdos comerciales de la Unión Europea con terceros.
El tercer riesgo es la intensificación de la pugna por el liderazgo tecnológico, en el cual la UE está retrasado sin ninguna empresa entre las más importantes del mundo. Las restricciones de la administración Biden, que Trump puede llevar más lejos, a la exportación de chips avanzados y tecnología vinculada a la Inteligencia Artificial, puede afectar a las empresas catalanas que quieren utilizar esta tecnología. China ha respondido también con aranceles y dificultades para las materias primas críticas, necesarias para los semiconductores y baterías y sobre las cuales China quiere tener un peso. En este sentido, el foco puesto por Biden en Groenlandia, ahora bajo dominio de Dinamarca, también puede ser crítico para la Unión Europea, que tiene que desarrollar una política de estímulos a la electrificación y las tecnológicas en la línea marcada por el informe Draghi, incentivos que a estas alturas no pueden competir con los de Biden y China.
El cuarto reto del informe es la emergencia climática, que puede empeorar si Donald Trump refuerza como ha prometido los hidrocarburos. "Sin embargo, la creciente electrificación de las economías avanzadas y de China hace prever una menor demanda de petróleo. Eso, sumado al previsible aumento de la producción en los EE. UU., provocaría una tendencia bajista del precio del barril, hecho que iría en contra de la descarbonización", dice el informe, que apunta que en Catalunya "es imprescindible acelerar la descarbonización" y aumentar las renovables por tal, entre otras cosas, de atraer tecnología con uso intensivo de energía como la IA.
Otros riesgos
La quinta dificultad que apunta el informe es la baja productividad, que "se traduce en un crecimiento económico limitado y en una menor competitividad global, con factores que contribuyen a la situación, como la menor dimensión empresarial, la concentración en sectores de bajo valor añadido, la insuficiente inversión en R+D, la escasez de talento y el envejecimiento de la población", apunta el informe.
La sexta dificultad es la incertidumbre y complejidad sobre los efectos de la presidencia de Donald Trump para la economía global. En concreto, el proteccionismo comercial, la política fiscal expansiva y el intervencionismo sobre la Fed pueden tener efecto en la inflación y desacelerar el crecimiento del PIB de los EE. UU. y el empleo a partir de 2026, según el informe. China podría ser un país que crezca ante este frenazo, que podría perjudicar Europa. El euro se puede debilitar y la economía catalana se puede ver afectada, pero menos que otros lugares europeos, ya que se ha salvado de la desaceleración.
Los riesgos financieros globales derivados de la deuda creciente y de la alta volatilidad configuran el séptimo riesgo para las empresas catalanas, por el hecho de que la deuda pública mundial ha llegado a un récord histórico con advertencias del Fondo Monetario Internacional sobre su sostenibilidad. Los EE.UU. pueden ver aumentar hasta al 130% su deuda pública y en Europa, aunque se ha reducido y hay políticas de la UE para contenerlo, puede haber un repunte+. "La eurozona afronta el reto de ajustar la deuda sin perjudicar el crecimiento económico", apunta el informe, que alerta que los países emergentes todavía aumentan más rápidamente su deuda pública. "A su vez, el Banco Central Europeo (BCE) ha alertado sobre la volatilidad de los mercados financieros y ha pedido a la banca que se prepare para el aumento del riesgo crediticio", concluye el análisis.