La salida de Junts per Catalunya del Gobierno y el cambio de manos políticas de la Conselleria de Economia, ahora responsabilidad de ERC, ha originado un nuevo relevo al frente de una de las instituciones públicas de la Generalitat, el Institut Català de Finances (ICF). El Ejecutivo catalán ha procedido al relevo del consejero delegado de la entidad financiera Jordi Òliva con quien había, además, ciertas discrepancias de criterio sobre el futuro del Institut Català de Finances (ICF), después de que, el pasado mes de marzo, el Banco de España tumbara la petición de licencia bancaria del ICF por motivos técnicos, entre ellos la falta de un informe favorable de la Comisión Europea sobre ayudas de estado que exige el Banco Central Europeo (BCE). Según defendía Òliva, el ICF es una entidad financiera pública de promoción y, como tal, no le hace falta ficha bancaria; al mismo tiempo, apuntó a algunas vías alternativas para disponer de un banco público catalán.
En el puesto de Jordi Òliva, designado en noviembre de 2021 por el entonces conseller de Economía Jaume Giró, asumirá las funciones ejecutivas del ICF Vanessa Servera, analista financiera vinculada a la entidad en los últimos 20 años y que actualmente era la directora general de Finanzas y Operaciones. Persona de confianza de la actual consellera de Economia, Natàlia Mas, Servera es licenciada en Física por la UB y tiene un máster en Finanzas por el Instituto de Estudios Financieros. También es docente al Máster Internacional de Banca de la Barcelona Business School.

La misma consellera Natàlia Mas fue la encargada de trasladar al vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, la voluntad del Gobierno de no desistir en el intento de conseguir que el Institut Català de Finances (ICF) obtenga la licencia de banco público, ya que se trata de una de las principales reivindicaciones de los partidos independentistas. De hecho, se remonta a 2013 y fue impulsada por el entonces diputado de ERC y ahora presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. También fue uno de los compromisos que ERC cerró con la CUP para la investidura de Aragonès como presidente de la Generalitat.
Economía defiende ahora que "hay que seguir hablando con el BCE para hacerlo viable y confío en que lo podremos resolver bien", defendió la consellera Mas en el encuentro económico-empresarial celebrado en S'Agaró en noviembre de este año, donde aseguró que constituir una banca pública catalana permitiría que el ejecutivo dispusiera de "más y mejores herramientas". Mas remarcó que dotar el ICF de una "nueva dimensión" contribuiría a "un entorno de financiación más competitiva", tanto a Catalunya como al conjunto del Estado, en un momento en que sobre la mesa del Ejecutivo español estaba la propuesta empresarial del hub promovido por QEV para optar a la reindustrialización de la antigua fábrica de Nissan a través del Perte del Vehículo Eléctrico, con una financiación de 40 millones de euros avalados por el ICF. Este fue uno de los condicionantes que limitó, finalmente, el proyecto industrial de QEV y el volumen de ayudas que ha recibido para fabricar coches eléctricos en la Zona Franca.
Según las últimas cifras del Departament de Economia, durante el 2021 la entidad contribuyó a la creación y mantenimiento de más de 24.176 puestos de trabajo. En total, el ICF financió a 1.213 personas trabajadoras por cuenta propia, pymes, grandes empresas y entidades por un importe de 535,1 millones de euros en el 2021. En comparación con los años anteriores, los datos totales de actividad no incluyen ni el volumen de reestructuraciones de operaciones vigentes ni los avales formalizados a través de Avalis de Catalunya. Del 2019 en el 2021, teniendo en cuenta que la etapa incluye la crisis financiera por|para la covid, la entidad pública catalana ha financiado 3.354 empresas con cerca de 1.800 millones de euros para impulsar el crecimiento, la innovación y la sostenibilidad de la economía catalana.