El gobierno catalán ha nombrado este martes a Andreu Navas como nuevo director de la Agència Tributària de Catalunya (ATC), el ente que está destinado a asumir la gestión de todos impuestos en Catalunya, entre ellos el IRPF a partir del año 2026. Navas sustituirá a Eduard Vilà, que llevaba en este cargo tres años, desde 2021.

Durante su etapa frente a la ATC se encargará de pilotar el salto de escala que debe dar este organismo para cumplir el acuerdo de investidura con ERC, que prevé que este organismo gestione, liquide, recaude e inspecciones todos los impuestos. Nacido en Tarragona en 1974, Navas es diplomado en Ciencias Empresariales por la Universitat Rovira i Virgili y también es licenciado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas, en ambos casos por la UOC.

Navas es técnico superior de administración especial en la Diputación de Tarragona, concretamente en el organismo autónomo Base-Gestión de Ingresos, que se ocupa de toda la gestión, liquidación, inspección, comprobación y recaudación de todo tipo de ingresos de esta Diputación y de los entes locales, recoge EFE. Desde el año 2009 era inspector jefe de este organismo y se encargaba de planificar y dirigir las actuaciones inspectoras y de elaborar planes de control tributario, entre otras funciones.

La portavoz del ejecutivo catalán, Sílvia Paneque, ha destacado que Navas cuenta con más de 25 años de experiencia en gestión tributaria. Recientemente, Gobierno central y Generalitat acordaron crear un grupo de trabajo conjunto para estudiar cómo reforzar la Agència Tributària de Catalunya (ATC), que deberá asumir más responsabilidades con el modelo de financiación singular recogido en el acuerdo de investidura de Salvador Illa pactado con ERC.

El grupo de trabajo estará formado por ocho personas, cuatro de la conselleria que lidera Alícia Romero, y otros cuatro del Ministerio de Hacienda. Además, participarán dos altos cargos del Departament y otros dos de la ATC. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, se comprometió el pasado 16 de octubre en el Parlament a cuadruplicar la dimensión de la ATC para prepararla para gestionar el volumen de impuestos que asumirá cuando el modelo de financiación singular pactado por ERC y PSC sea una realidad.

El principal reto que tiene por delante la ATC es hacerse cargo del IRPF a partir de 2026, una misión que le obliga a prepararse para dar un salto importante en personal, dado que dado que la ATC tiene actualmente 855 empleados, frente a los aproximadamente 3.800 empleados de la AEAT en Catalunya.

Hace unos días la consellera de Economía, Alícia Romero, aseguró que se propone que la ATC tenga entre 4.000 y 5.000 trabajadores, y que para ello está analizando fórmulas jurídicas y posibles incentivos para que trabajadores de la agencia estatal se incorporen a la de la Generalitat.