El Govern rebaja a 36,3 millones el impacto anual que los aranceles impuestos por los EE. UU. al acero y el aluminio tendrá sobre 34 empresas, según un cálculo reciente de Acció, el departamento que depende de la Conselleria d'Empresa i Treball que se ocupa de la internacionalización de las empresas, con oficinas por todo el mundo. Acció avanzó hace unos días a On Economía que Catalunya exportó el año 2023 acero y aluminio a EE.UU. por valor de 127,5 millones de euros, cifra que incluye también sus manufacturas, que el presidente de los Estados Unidos no ha dejado claras si estarán gravadas. Es el 3,5% del total de exportaciones catalanas a los Estados Unidos y solo un 0,1% de las exportaciones catalanas en el mundo, según informaron fuentes de Acció a este diario. Las exportaciones catalanas en los Estados Unidos suponen un 3,3% de todo el aluminio y el 3% del acero que se vende en el mundo.
La directora de negocio internacional de Acció, Cristina Serradell, ha señalado a ACN que los aranceles afectan a la materia prima del aluminio y el acero y alguna manufactura de estas materias y, "a pesar de que el sector metalúrgico es importante para Catalunya", las categorías concretas tendrán más impacto en "otras comunidades autónomas". De hecho, según la directiva, los Estados Unidos "no son un destino extremadamente importante" para el sector, puesto que el país norteamericano solo representa el 3,3% del total de exportaciones de acero y aluminio en todo el mundo. Además, estos dos metales son el 3,5% del conjunto de ventas internacionales de bienes en Catalunya.
Ha insistido en que en 2023 Catalunya exportó a EE.UU. productos por estos dos metales valorados en 127 millones, pero las categorías en que la administración de Trump ha aplicado gravámenes son "muy específicos" y con un efecto "muy limitado". Un matiz que ha llevado a rebajar las previsiones del impacto a 36,3 millones.
Datos de la patronal
La patronal del metal catalana advierte de efectos “indirectos” en empresas de la automoción, las farmacéuticas o la vivienda, caso de la manufacturera badalonesa Anudal, que exporta en países como México -muy ligados a la economía norteamericana- y que estima una bajada de las ventas y pérdida de márgenes por la subida del precio del aluminio fruto de la “incertidumbre” generada.
La Unión Patronal Metalúrgica (UPM) alertó hace unos días de que las consecuencias pueden ser fuertes para sus empresas. Cabe recordar que, en estos momentos, la comunidad autónoma lidera la industria metalúrgica en todo el Estado español, es Catalunya. La UPN ha señalado que España es el décimo país exportador de acero y 28 en cuanto al aluminio al país norteamericano. Las cifras del pasado año 2024 eran de 250 millones de euros por el acero y 128 millones de euros por el aluminio, según los datos que maneja la asociación de empresas metalúrgicas catalanas.
A su vez, Estados Unidos es el quinto socio comercial de Catalunya y el primer destino de nuestras exportaciones fuera de la Unión Europea y Gran Bretaña. En 2023, Cataluña exportaba un 4% de lo que fabricaba, es decir, 3.650 millones de euros procedentes de Estados Unidos. Esto se traduce en 3.100 empresas que, ahora mismo, están pendientes de qué implicaciones tiene la puesta en marcha de una nueva política. Por tanto, más allá del acero o el aluminio, las repercusiones son múltiples en todos los sectores que dependen de él de forma indirecta, como la vivienda o la automoción.
Del mismo modo, las importaciones también pueden verse afectadas por la dependencia, a grandes rasgos, que tiene Cataluña de Estados Unidos en cuanto a combustibles y productos farmacéuticos. Así, el precio de las importaciones también puede crecer de forma automática y puede derivar en una escalada inflacionista y repercutir en una futura recesión europea en el corto plazo.
Con respecto al Estado español, según Comtrade, de las Naciones Unidas, el valor de las exportaciones de acero españolas del año pasado fue de 263 millones de dólares (unos 254 millones de euros). Y, sobre el aluminio, en 2024 España exportó 19.664 toneladas por 133 millones de dólares (unos 128 millones de euros). Las exportaciones españolas a los EE.UU. suponen un 2,3% del producto interior bruto (PIB) nacional, y el país es el sexto destino de los productos españoles en el extranjero y el segundo fuera de la Unión Europea (UE).
Otros productos
Más allá del acero y el aluminio, la directora de la unidad de negocio internacional de Acción explicó a ON ECONOMIA que están en contacto con varias empresas que muestran "inquietud" por la situación en los Estados Unidos tras los anuncios de aranceles masivos lanzados por Trump. Hay 3.109 empresas catalanas que exportan regularmente a la potencia norteamericana, con unos ingresos que rondan los 3.650 millones. A la hora de abordar una solución, hay empresas que están convencidas de que su producto tiene un diferencial que hará que no le afecten tanto los aranceles, otros que buscan mercados alternativos y también las que deciden abrir sede y producir a los Estados Unidos con el fin de evitar así pagar las tasas que se puedan aprobar.
Los Estados Unidos son el séptimo destino de las exportaciones catalanas y su volumen representa el 3,5% de lo que Catalunya vende al exterior, por lo que tiene un impacto crucial para la economía. "Ahora bien, hay un efecto indirecto. Exportamos piezas de automóvil a Alemania que después se montan en automóviles que se venden en Estados Unidos" explica Serradell. Lo que dificulta tener un cálculo exacto de cómo afectarán a los aranceles y más antes no se conozcan.