El Govern acordó hace unos días simplificar la tramitación administrativa para implantar proyectos de producción de biogás en el territorio, cuando sean declarados proyectos empresariales estratégicos. La reducción, que puede llegar hasta el 50%, no es del todo bienvenida entre el campesinado que considera que el Govern no tiene una estrategia bien "planificada" sobre el despliegue del biogás y que actúa "al servicio de los grandes capitales especulativos que están generando una burbuja con graves impactos agrarios, urbanísticos, ambientales y sociales".

El campesinado ha dado a conocer sus recelos coincidiendo con una visita que han hecho los consellers de Agricultura, Òscar Ordeig, y de Empresa, Miquel Sàmper, en la planta de Noguera Renovables, en Vallfogona de Balaguer (Lleida), que ha sido una de las empresas beneficiarias de la primera convocatoria de ayudas del programa Estrategia catalana del biogás. La instalación Noguera Renovables ha sido la primera planta a producir biometano de origen ganadero en España y, además, ha sido pionera a inyectar el gas directamente a la red de distribución. El proyecto está participado por Axpo Iberia, la granja Torre Santamaría y Sorigué, según ha informado la agencia ACN.

"Instamos al Govern a revisar la estrategia y a hacer una planificación real del despliegue de esta tecnología insostenible que incluya la vertiente urbanística, la de los suelos agrarios, la energética y la dignidad de vida en los pueblos", ha remarcado en la Asamblea Campesina de Catalunya en un comunicado.

Desde la Asamblea se cuestiona el proyecto de Noguera Renovables. En concreto, subraya que la zona donde se quiere ampliar la factoría de biogás de Noguera Renovables "corre el riesgo de especializarse en la gestión de residuos y de crear graves impactos en la zona". Argumentan que la planta coincide en poco más de 10 kilómetros a la redonda proyectos y empresas ya existentes que podrían llegar a tratar cerca de las 1.500.000 de toneladas de residuos, buena parte de los cuales no serían locales y se tendrían que importar otras zonas, dicen los campesinos. Se refieren a las factorías de biogás de la Sentiu de Sió y Linyola y la empresa de compostaje STA de Balaguer. Según ellos, esta última ya está causando múltiples problemas de calidad del aire y olores en las localidades próximas.

Els conseller Ordeig y Sàmper en la planta de biogas de Noguera Renovables

Mientras tanto, el conseller de Agricultura ha insistido en el hecho que "con el biogás, abrimos una nueva ventana de competitividad para el sector ganadero, ya que, por una parte, permitirá reducir los costes energéticos mediante el autoconsumo, y, por otra, ofrecerá la oportunidad de abrir nuevas líneas de negocio a través de la producción de biometano para inyectarlo a la red de gas natural o la producción de fertilizantes de alta calidad a partir del tratamiento de los desperdicios, entre otros".

Según ha determinado la Generalitat, el objetivo de descarbonizar la economía catalana, el biogás será una de las piezas claves. El programa Estrategia catalana del biogás -una energía que se obtiene a partir de los desperdicios orgánicos de industrias como la alimentaria, el agrícola o la ganadera- determina que los proyectos beneficiarios de la agilización administrativa tienen que situarse en un municipio que haya sido designado reglamentariamente como zona vulnerable en relación con la contaminación por nitratos procedentes de fuentes agrarias o en zonas donde se superen los niveles establecidos de partículas y amoníaco en la calidad del aire.

El autoconsumo energético en el sector ganadero

Durante la visita a la planta de Noguera Renovables, el conseller Ordeig ha explicado que Catalunya genera cada año 9,4 millones de toneladas de purines y 2,8 millones de toneladas de estiércol y gallinaza. "Con el biogás, abrimos una nueva ventana de competitividad para el sector ganadero, ya que, por una parte, permitirá bajar los costes energéticos por medio del autoconsumo, y, de la otra, ofrecerá la oportunidad de abrir nuevas líneas de negocio a través de la producción de biometano para inyectarlo a la red de gas natural o la producción de fertilizantes de alta calidad a partir del tratamiento de las deyecciones, entre otros", ha argumentado.

Ordeig ha remarcado que este es un proyecto "de economía circular que contribuye a la cohesión del territorio mediante la creación de nuevas comunidades energéticas y de negocio, a la vez que mejora sensiblemente la percepción de la sociedad con respecto al impacto de la actividad." Al mismo tiempo, ha asegurado que "se garantiza la protección total del entorno y se consiguen mitigar las emisiones derivadas de estos residuos".