Grecia ha impuesto la semana laboral de seis días y 48 horas. Al contrario que en España, donde el Gobierno busca implementar la reducción de la jornada hasta las 37 horas semanales, el país helénico apuesta por endurecer las condiciones laborales. La medida la ha impulsado el gobierno conservador encabezado por Kyriakos Mitsotakis y la ley ha entrado en vigor este lunes.

El ejecutivo griego alega que la medida tiene como objetivo hacer frente a la reducción de la población y también a la escasez de personal cualificado. No obstante, el nuevo horario sólo se podrá aplicar a empresas privadas que ofrezcan servicios las 24 horas. De este modo, el personal del sector de la industria tendrá la opción de trabajar dos horas extras al día o realizar un turno extra de ocho horas.

A cambio, los trabajadores recibirán un 40% adicional sobre el salario diario por las ocho horas extra, mientras que si el sexto día cae en domingo o festivo, el aumento será del 115%. La medida ha sido recibida con críticas por los sindicatos y los partidos de la oposición, que la califican de insensata y se quejan de que el país vaya contra la tendencia global de reducir la jornada laboral.

Por su parte, el ministro de Trabajo griego ha asegurado que la mayoría de trabajadores del país ya trabajan más de 40 horas con horas extras sin declarar. En esta línea, considera que la medida servirá para cubrir una "condición excepcional", ya que en períodos específicos hay falta de oferta de trabajadores especializados en ciertos sectores que debe cubrirse de alguna manera.