Los Estados Unidos son el primer país de destino de las exportaciones de vino y cava catalanes, con un 12,6% de las ventas globales de estos dos productos en el mundo en 2024, según datos de la Promotora de los Alimentos Catalanes (Prodeca). De hecho, el sector exportó el año pasado 78,8 millones de euros, lo que representa cerca del 2% de toda la exportación catalana en los EE.UU.
Ahora, ante la amenaza del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 200% a los vinos provenientes de la Unión Europea, los viticultores del Campo de Tarragona y las Terres de l'Ebre han recibido la noticia con "preocupación". Alertan de que con el 50% de tasa impositiva que aplicó Trump en el anterior mandato, las ventas de vino en los Estados Unidos cayeron más de un tercio y que gravar las exportaciones un 200% hará "muy complicado" conseguir vender botellas de vino. Las bodegas exportadoras de la DO Terra Alta, DO Montsant o DOQ Priorat trabajan para diversificar las exportaciones, abriendo nuevos canales de comercialización en países de Europa, o incluso de Asia, según han anunciado a la ACN.
Las denominaciones de origen de Tarragona y el Ebro lamentan que las disputas geopolíticas acaben teniendo un impacto demoledor en sus negocios y que las tasas impositivas en sectores como el vino y los licores sirva para que los gobiernos se hagan "fuertes" en las negociaciones de otros asuntos.
"Caeremos todos"
Hace cinco años, los aranceles sobre el vino en los Estados Unidos del 50% se pudieron contrarrestar con la "fortaleza" del eurodólar y los pactos con los distribuidores. Aun así, las ventas cayeron entre un 30% y 40%, en un momento en el que el sector "venía muy tocado" de la pandemia y fue "fatídico". Teniendo en cuenta que el consumo en los Estados Unidos está frenado, si se aplica un arancel del 200%, avisan de que "la caída será imparable y total" y "hacer marca será muy complicado". "Quizás algún nicho de mercado muy particular podrá subsistir, pero los volúmenes serán ridículos, tanto en los vinos caros como en los más baratos. Caeremos todos", prevé Joan Àngel Lliberia, de la bodega Edetària.
Desde la DOQ Priorat consideran que sería un "problema" para la denominación de origen si Trump pone aranceles del 200% porque Estados Unidos es el segundo cliente más importante de las bodegas del Priorat. Aproximadamente, el mercado norteamericano representa el 20% de la producción de la DOQ Priorat. El presidente de la entidad reguladora, Salus Àlvarez, también reconoce que tendrán "dificultades" para seguir vendiendo el volumen de vino que exportan a los Estados Unidos.
Apuesta por Catalunya y Europa
Con todo, Àlvarez señala que Trump "primero dice y después hay que ver qué acaba pasando", ya que sus declaraciones provocan "incertidumbre, inseguridad y alarma" en los mercados. Desde la DOQ Priorat manifiestan que los últimos años se han reducido las exportaciones al continente americano y están apostando por Europa y el territorio catalán. Desde la DOQ Montsant también apuntan hacia Asia. "Los objetivos de futuro no están en función de ir a conquistar el mercado americano, sino para conquistar el mercado catalán", sentencia Àlvarez.
También las bodegas terraltinas, como Edetària, han empezado a prospectar otros mercados, sobre todo en Europa, como Croacia, Eslovenia, Polonia y Bielorrusia, o incluso el Kazajistán. Joan Àngel Lliberia también hace un llamamiento a los consumidores catalanes para que apuesten por los productos y la gastronomía catalana.