En junio, los españoles pagaron el litro de aceite de oliva (media de todas las variantes) a 8,76 euros tras haber llegado a los 9 euros en abril, el precio más alto de su historia, según los datos del Ministerio de Agricultura. El 1 de julio, el Gobierno de Pedro Sánchez amplió las ayudas al “oro verde” y aprobó la supresión total del IVA para el alimento estrella de la dieta mediterránea. Una medida que ha generado un ahorro de 39 millones de euros entre julio y agosto, según la Agencia Tributaria (AEAT). A tal final, este producto pasa a tributar como un alimento básico (superreducido, que sin las ayudas anti inflación tiene una tasa del 4%), cuando antes del 1 de julio se la aplicaba la tasa reducida (10%). Si se suman los 75 millones empleados por Hacienda en el primer semestre de 2024, las ayudas al aceite de oliva suman 115 millones en 2024.

De media, entre enero y junio los españoles se ahorraron con las ayudas al aceite de oliva 12,5 millones mensuales y, gracias a la nueva rebaja, se eleva a 20 millones en los meses de julio y agosto. Sin embargo, desde el 1 de octubre se tributa al 2% de IVA, por lo que el ahorro será ligeramente ligueramente inferior al trimestres anterior. No obstante, la subida no ha tenido impacto en el precio, pues en octubre el aceite de oliva se ha encarecido solo una décima.

En el primer semestre del año -siguiendo la medida que estuvo en vigor todo 2023- el aceite de oliva en vez de pagar el 10% (tipo reducido) se grababa con un 5% por las medidas anti inflación, al igual que el aceite de girasol y las pastas. Los 12 alimentos que tributan de normal al tipo superreducido del 4%, sin embargo, no tenían que pagar IVA. Así, el salto del tipo reducido al superreducido, ha permitidoó dejar de pagar el 5% por el aceite de oliva en el tercer trimestre.

Menos precio, más consumo

En julio, el primer mes de vigencia, Hacienda dejó de ingresar 15 millones de euros, pero cumplió con el objetivo marcado. El precio cayó desde los 8,76 euros de junio a 8,1 en julio, un 7,6% con los datos de Agricultura o un 5,5% según el IPC. Además, la bajada del precio ha devuelto la alegría a los consumidores y se ha frenado la caída de las compras. Mientras en junio de 2023 se consumieron 23,79 millones de litros de aceite de oliva, en el mismo mes de este año se desplomó a 16,9 (6,9 millones menos). La diferencia se ataja en julio, de 24,8 millones a 22,1 millones (2,7 millones menos), tras la entrada de la reducción ampliada del IVA.

Pero Agricultura se ha quedado en los datos de julio. No obstante, el INE cuantifica caídas del precio en agosto (-1,7%) y septiembre (-2,9%) y en octubre, tras la subida del 2% del IVA, se truncan los descensos, pero solo sube una décima. Respecto al consumo habrá que esperar a Agricultura, pero teniendo en cuenta que el precio ha bajado y el coste fiscal de la medida ha aumentado -24 millones en agosto, por 15 en julio- cabe intuir que el consumo está volviendo a cifras de 2023.

Coste del primer semestre

La Agencia Tributaria no informa del coste que ha supuesto la subvención del 5% de los seis primeros meses del año; sin embargo, debe superar el del año pasado. ¿Por qué? Pues aunque el consumo de 2023 superó al de 2024 un 20% (146 millones en 2023 y 117 millones en 2024), el precio fue muy inferior, casi 4 euros menos (5,45 euros en 2023 por 8,56 en 2024). Así, las ventas en euros del aceite de oliva, según Agricultura, rondaron los 780 millones de euros en el primer semestre de 2023, por 1.000 millones en 2024. Lo que hace pensar que se ha disparado un 20% el coste de la subvención para Hacienda. En ese periodo del pasado año dejó de recaudar 626 millones de euros, de los que el 10% correspondió al aceite de oliva, unos 62,5 millones. Actualizado con precios y consumo, rondaría los 75 millones de euros en seis meses.

Casi la mitad de ya lo destinado por Hacienda en los dos meses de la segunda mitad del año. Sin embargo, el tercer trimestre será más liviano para el Fisco, pues a partir del 1 de octubre, el litro de aceite de oliva tributa un 2% de IVA.

Ayuda fiscal al automóvil

La Agencia Tributaria desvela que la ayuda fiscal a la compra de vehículos electrificados (eléctricos puros e híbridos enchufables para los particulares (desgravación del 15% en el IRPF sobre 20.000 euros como máximo) ha supuesto una merma de 50 millones en la recaudación en la declaración de la Renta de este año. Estos 50 millones de euros de beneficios fiscales fueron a parar a 45.513 personas que adquirieron una vehículo eléctrico, según Anfac. Ademas, a la desgravación fiscal hay que sumar las ayudas directas del plan Moves. En contrates con el coste de los 115 millones destinados a la subvención del aceite de oliva que, aunque en pequeñas cantidades, llega a millones de contribuyentes.