La Agencia Tributaria analiza con las asociaciones de autónomos una rebaja de la actual retención que se aplica a estos profesionales del 15% a cuenta de la declaración del IRPF, según fuentes de los negociadores. Igualmente se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de graduar las retenciones en función de los ingresos de cada trabajador, aunque esta posibilidad gusta menos en la Agencia Tributaria por ser técnicamente más compleja. Sería más factible graduar por tramos de ingresos los pagos fraccionados que deben realizar la mayoría de los autónomos trimestralmente -también a cuenta del IRPF- que actualmente supone el 20% de la facturación.
Unas medidas que se han barajado en el seno del Foro de Trabajadores Autónomos que Hacienda abrió hace un año para impulsar la relación cooperativa con este colectivo, en concreto en el grupo de trabajo encargado de analizar el régimen tributario de los autónomos para “asegurar una adecuación a la realidad económica y empresarial surgida con la digitalización y mejorar su seguridad jurídica”, según anunció Hacienda cuando se puso en marcha el foro. Las conclusiones que salgan del grupo de Trabajo se incluirán en un libro blanco, elaborado por el Instituto de Estudios Fiscales, que servirá de marco para una reforma de la fiscalidad de los trabajadores por cuenta ajena.
Retenciones del 15% para el IRPF
Los autónomos, como los asalariados, están obligados a entregar una parte de sus ingresos a Hacienda a cuenta del Impuesto de la Renta y, al igual que los asalariados, cuando realicen la declaración les podrá salir a ingresar o a devolver en función del dinero adelantado a la Agencia Tributaria. En el caso de los trabajadores por cuenta ajena, la retención es muy sencilla, pues corresponde a sus empresas quedarse con una parte de sus salarios en función de su nivel salarial que posteriormente entregan a la Agencia Tributaria. Pero los autónomos no tienen un único pagador que centralice todos sus ingresos, lo que complica la retención. Hasta ahora, esa función recae sobre las empresas que contratan los servicios de estos profesionales que deberán retenerles el 15% en cada factura.
Y esto es lo que está en análisis entre la Agencia Tributaria y las asociaciones de autónomos que mantienen posiciones diferentes. La asociación que defiende a los profesionales con mayores ingresos ATA (que pertenece a la CEOE) es partidaria de reducir la retención por igual a todos los autónomos, Uatae prefiere que la retención sea variable en función de los ingresos y Upta apuesta por mantener el actual sistema de la retención del 15%, según fuentes conocedoras del debate. Sin embargo, los responsables de la Agencia Tributaria se decantan por reducir de forma global la actual retención, pues hacerlo por tramos es mucho más complicado debido a la variedad de clientes que puede tener un autónomo. Cómo está el sistema ahora, corresponde a la empresa cliente la responsabilidad de la retención, pero si se hace por tramos, recaería sobre el autónomo la responsabilidad de elegir la retención en función del tramo que él estime acertado.
Pagos fraccionados cada trimestre
Pero hay una segunda variable que complica la futura reforma. Aquellos autónomos cuyos clientes no son empresas, sino particulares, no tienen retenciones, pues cuando alguien entra a una panadería y compra una barra de pan, no se va a encargar de retener el IRPF al panadero. Estos autónomos, que son una mayoría, tienen que hacer trimestralmente pagos fraccionados de los ingresos que han tenido en ese periodo que actualmente son del 20% de la facturación. En los pagos fraccionados, la Agencia Tributaria sí ve más sencillo graduar el porcentaje en función de los ingresos, conocidos por el propio autónomo. Algo similar a lo que se ha introducido este año para las cotizaciones a la Seguridad Social. Además, actualmente la Agencia Tributaria tiene suficiente información para hacer el cálculo a estos profesionales.
Pero en los pagos fraccionados, las posturas entre las asociaciones están más enconadas. ATA apuesta porque cada autónomo sea libre para elegir el porcentaje y, en cualquier caso, sea voluntario acogerse a uno tipo u otro. El resto considera que se ha de aplicar el tipo en función de los tramos reales de ingresos, lo que podría suponer que los que superen los 40.000 euros anuales se vean obligados a pagos fraccionados por encima del 20%. La Agencia Tributaria no está dispuesta a una posición intermedia: si se hace variable por tramos, será para todos, o para nadie, lo que deja fuera la opción de que sea una decisión voluntaria del autónomo.
Libro contable digital
¿Cómo controlaría la Agencia Tributaria que los ingresos que el autónomo dice tener lo son realmente? A través de la presentación del libro contable digital (bien trimestral, bien anualmente), algo que de momento es voluntario -aunque muy pocos autónomos lo presentan por no reportarles ningún beneficio-. Sin embargo, si se impusiese el nuevo sistema, los autónomos tendrían menos cargas burocráticas, por ejemplo ya no tendrían que entregar los modelos 130, 115 y 111, entre otras mejorías.