Una vez contenida la subida de precio de los alimentos, que se ha moderado tres puntos y medio aunque aún son un 12,6% más caros, toca el turno de que se disparen, después de la Semana Santa y con el verano a la vuelta de la esquina, los precios de los viajes.  Así, hoteles, hostales, pensiones y servicios de alojamiento similares destacan en cabeza inflacionista como los productos que más han subido en el mes de abril, un 17,2% en un solo mes. Pero no son los únicos productos que se disparan muy por encima de la inflación. El textil es sin duda el que más destaca por encima del resto, pero sobre todo para mujeres y bebés. 

Así, la ropa para bebés y niños sube un 13,7% en solo un mes, entre marzo y abril, exactamente el mismo porcentaje que los paquetes turísticos internacionales. Cinco puntos por debajo encontramos la ropa de mujer, que ha subido un 8,6% en solo un mes, seguramente por la llegada de la temporada de verano, bastante más que el calzado de bebé y niño, siguiente en la lista con un 7,1%. El turismo vuelve a aparecer con una subida del 6,2% en un mes de los servicios de alojamiento. También los centros de vacaciones, cámpings y albergues suben un 5,7%, mientras que el calzado, de nuevo el de mujer, sube un 5,4%. La ropa de hombre está justo por debajo, sube un 4,9%, casi la mitad que la de mujer. 

La lista la cierrran el calzado de hombre (un 4,8%), el transporte de pasajeros marítimo (un 4,8 también), los helados, que suben un 4% por razones obvias, otros artículos de vestir (3,5%), la gasolina, que sube un 3,4%, y las cuotas por licencia y suscripciones a redes de televisión, en el puesto número 15. Por debajo empezamos a encontrar alimentos como las patatas, que suben un 2,8% o la carne de porcino, que sube un 2,7%. 

En la otra cara de la moneda, aunque parezca difícil de creer, también hay productos que bajan de precio. Los que más son el gas natural y el gas ciudad, que valen un 10% menos que el mes pasado por el efecto rebote de la guerra de Ucrania, que lo encareció mucho. Los combustibles y líquidos han bajado un 8,4% en solo un mes, mientras que otros aceites comestibles (que no sea de oliva) han descendido un 4,4%. Frutas frescas o refrigedas también han caído un 4,3% y la electricidad un 3,3%. Hidrocarburos licuados como el butano descienden un 3,2% sus precios en relación al mes pasado y también podría ser buen momento para cambiar de ordenador, puesto que han bajado un 2,6%. Equipos de grabación y reproducción de sonido ceden un 2,6% sus precios también, mientras que los servicios recreativos y deportivos retroceden un 1,8%. El resto de productos de la lista, desde juegos y aficiones hasta los frutos secos y de cáscara, bajan de precio pero por debajo del 1%.