Las grandes energéticas españolas - Iberdrola, Repsol, Naturgy. Endesa y Moeve (antes Cepsa)- han aparcado sus diferencias y se han unido, a través la comisión ejecutiva del Club Español de la Energía, que encabeza el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, para advertir este miércoles de que nuevas cargas impositivas sobre el sector energético -en referencia a la posible aprobación del Impuesto a las energéticas- tendrán un impacto "directo y negativo" para España como destino de sus inversiones, así como sobre la competitividad, el empleo y la lucha contra el cambio climático. Y vuelven a desatacar que están en juego más de 30.000 millones de euros en inversiones en España.

Las energéticas lanzan este mensaje pensando en el pleno de las Cortes de este jueves que analizará el llamado “paquete fiscal” del Gobierno que, entre otras medidas impositivas, plantea la aprobación con carácter estructural de los impuestos a la banca y a las energéticas. El impuesto, actualmente un gravamen, se ha cobrado durante el 2023 y 2024 con carácter temporal.

El trámite parlamentario ha llenado de incertidumbre a numerosos sectores económicos, no solo al energético, también a la banca, al inmobiliario por el cambio de la regulación fiscal de las socimis o al transportesante una posible subida de la fiscalidad al diésel.

Comunicado

La comisión ejecutiva del Club de la Energía declara, en un comunicado remitido este miércoles, que el actual Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) requiere de un proceso inversor "perdurable" para alcanzar sus objetivos, por lo que "resulta fundamental evitar la incertidumbre". "Las energéticas son conscientes de la importancia de este proyecto país, y su compromiso, vinculación, y capacidades necesarias para la transición energética y la sostenibilidad son absolutos", apunta.

Las energéticas consideran necesario promover “un entorno favorable basado en procedimientos normativos adecuados, seguridad jurídica y estabilidad regulatoria y fiscal” para materializar los 308.000 millones de euros de inversiones estimadas, de las que un 82% debe provenir del sector privado.

Proceso caótico

Desde que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, anunciase la voluntad del gobierno de coalición de hacer perdurables los tributos a la banca y a las energéticas, se ha mantenido una guerra de declaraciones entre ambos sectores, contrarios a los nuevos impuestos, y el ejecutivo de Pedro Sánchez. Sin embargo, la posición de las petroleras y las electricas, apoyadas por Junts y PNV, posibilitó que el PSOE decidiese retirar la propuesta de perpetuar el impuesto a las energéticas, aunque decidió prorrogar dos años más el de la banca.

El PSOE dio a conocer el cambio de opinión sobre el impuesto de las energéticas el día de la presentación de las enmiendas a la ley del impuesto del 15% de las grandes empresas -vehículo legal usado para tramitar en el Parlamente la reforma fiscal-, lo que supuso una sorpresa, no solo para el sector, sino también entre sus socios de coalición. El sector acogió con alivio este cambio de postura, y el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, una de las empresas más combativas contra el nuevo impuesto, mostró su satisfacción a las pocas horas.

Pero en la Comisión de Hacienda, encargada de analizar todos las propuestas fiscales, todo volvió a enturbiarse. ERC, Bildu y BNG, con su abstención, tumbaron el impuesto a la banca, haciendo saltar todo el proyecto fiscal del gobierno español. Tras duras horas de negociación, el bloque de la izquierda nacionalista anunció que el PSOE estaba de acuerdo en incluir el impuesto a las energéticas dentro del paquete. De nuevo zozobra en el sector.

Pero un hora después, el PSOE se encargaba de enredar más las cosas con un comunicado diciendo que había pactado con Junts -el artífice del no al impuesto a las energéticas- que las empresas que inviertan en España quedarán fuera del impuesto. En este entorno de incertidumbre, que deja prever que el pleno de este jueves será igualmente convulso, surge el comunicado del Club de la Energía de este miércoles.

Inversiones en peligro

Las empresa energéticas, a través del comunicado del Club de la Energía, señala que prorrogar o incluir nuevas cargas impositivas a las compañías del sector energético "dificultará la materialización de las inversiones que es necesario llevar a cabo, estimadas en más de 30.000 millones de euros para los próximos tres años, así como el desarrollo y viabilidad económica y financiera de los proyectos", añade.

El Club Español de la Energía es una asociación sin ánimo de lucro, constituida en 1985, que agrupa a más de 150 empresas e instituciones y más de 170 socios individuales. Entre sus metas, busca poner en valor la importancia de la energía para la sociedad, la economía y el desarrollo sostenible, informa Efe.