El precio de la electricidad en febrero sufrió un brusco crecimiento del 60% si se compara con enero: en el primer mes del año el coste de la luz fue de 89,9 euros el Megavatio hora (€/MWh) y el segundo se elevó a 143,2 €/MWh, según los datos de Red Eléctrica España (REE). La falta de aire y de sol fue la causante de la elevación del precio, pues en enero se utilizó el gas natural para generar el 11,4% de los 23.799 Givawatios producidos en el mes en España, mientras que en febrero las plantas de ciclo combinado generaron el 20,6%.
El incremento del precio de la electricidad puede pasar factura a la inflación del mes de febrero que dará a conocer el Instituto Nacional de Estadística a las 9.00 de este martes. Los expertos ya vienen alertando del problema que podría acarrear en la evolución del índice general del IPC el componente de la electricidad y otras energías, uno de los dos componentes junto a los alimentos no elaborados que se consideran no estructurales, y por tanto, que no afectan a la inflación estructural. Por tanto, hoy sabremos cómo se ha comportado los alimentos, con el efecto de la reducción del IVA que ha decretado el Gobierno en una quincena de productos de alimentación.
No obstante, la electricidad no pesará en la inflación medida en términos interanuales, pues en febrero del pasado 2022, el coste fue de 205,9 euros, un 31% más caro que el registrado en este mes de febrero. En este sentido, no hay mucho que temer por la evolución interanual, aunque si afectará a los alimentos si se tiene en cuenta que en enero, el índice de los alimentos registró un crecimiento del 15,4% respecto a enero de 2022.
El pasado mes de enero, el primero con el descuento del IVA de los alimentos, sorprendió con una subida del 0,2%, hasta el 5,9%. Los precios frenaron así su desescalada, rompiendo la racha de progresivos descensos que venía marcando en los últimos cinco meses. Tras alcanzar unos niveles superiores al 10,8% el pasado julio, siendo este su máximo de los últimos 38 años, la inflación inicio un descenso de los precios gracias a la reducción de los combustibles y de la luz. Algo que también podría truncarse este mes de febrero.
Con el nuevo incremento de enero, el 0,2% con respecto al anterior periodo, se entiende que el efecto que venía generado la corrección de los precios energéticos sobre el IPC ya se diluyó en el primer mes del año. La escalada interanual al 5,9% se da después de que el Ejecutivo nacional retirase la bonificación al precio de los carburantes de 20 céntimos que se aplicó entre abril y diciembre del año pasado.
La inflación subyacente, en máximos
Pero la preocupación sigue estando en la inflación subyacente, sin los precios de los productos energéticos ni el de los alimentos no elaborados, sigue creciendo,y en enero tocó el 7,6%, el máximo recogido por el Instituto Nacional de Estadística desde diciembre de 1986. El precio de los alimentos viene siendo uno de los mayores quebraderos de cabeza del país. Ya en el segundo semestre del anterior ejercicio, cuando la inflación marcó una racha de cinco meses consecutivos cediendo, los precios de los alimentos eran la nota negativa. De hecho, en enero registraron un alza interanual del 15,4%, con una reducción mínima de tres décimas respecto a diciembre, antes de que aplicase la medida de reducción del IVA.
España , el IPC más bajo de Europa
Pese al ligero repunte con respecto al anterior mes, España sigue siendo el país de la eurozona que registra los precios más bajos. Tras ek 5,9% de enero. Los siguientes en esta lista son Luxemburgo (6,2%) y Francia (6,7%), según los datos ofrecidos por Eurostat. Pese a que los analistas insisten en que los niveles aún siguen siendo elevados, España remarca su estatus como la nación con el índice de los precios más bajo del Viejo Continente. Pero la volatilidad de los precios energéticos, especialmente la electricidad, aunque también los combustibles y el gas, seguirán marcando la evolución de los precios en España y en el resto de la Unión Europea.