El índice de Confianza de los Economistas que sintetiza el sentimiento de los colegiados ante la situación económica general teniendo presente todos los factores que inciden se sitúa en invierno en un nivel del 5,14 para la economía catalana y del 4,99 para la economía española, cosa que significa una mejora con respecto a los resultados del pasado otoño, en la cual el índice para Catalunya se situaba en el 5,05 y para España en el 4,86.
La previsión es que a finales del 2023 el índice se mantenga prácticamente igual que ahora, en el 5,15, para la economía catalana y en el 4,97 para la economía española. Estas son las conclusiones que se han dado en la presentación de la Encuesta del Colegio de Economistas de Catalunya este miércoles. Las conclusiones van en la línea del crecimiento del PIB. Otro informe del BBVA Research prevé que el crecimiento del PIB catalán para el 2023 se sitúe al 1,5%, una décima más que la media nacional, y al 3,6% para el 2024, dos décimas más que el incremento previsto para el total de España, aunque sus cálculos para el cierre del 2022 sitúan el avance de la economía catalana al 5,2%, una décima menos que la media del conjunto del país, a causa del peso industrial de la región, con la automoción castigada por la falta de semiconductores. A pesar de todo, si comparamos Catalunya con la Comunidad de Madrid gana esta. En cifras absolutas, la economía madrileña volvió a crecer en el 2022 más que la catalana después de un 2021 en qué se giró la tendencia.
Inflación y aumento de costes
Con respecto a los principales problemas que afectan a la economía catalana, en la encuesta de invierno aparece como el principal problema la inflación y los costes de producción, señalado como uno de los tres principales problemas por el 62,0% de los encuestados. En el segundo lugar aparece, a distancia, el déficit fiscal, señalado por el 38,6% de los encuestados. La Encuesta de Situación Económica de Invierno de 2023 también ha consultado por la preocupación sobre el impacto negativo que puede tener en la economía catalana los incrementos del aumento de precios y costes. Casi la totalidad de los economistas se muestran preocupados (96,4% preocupados/muchos preocupados), situándose en niveles similares a los de encuestas anteriores. No obstante, el 28,7% de los encuestados se muestra muy preocupado, un porcentaje inferior al de la encuesta del otoño pasado (38,4%) y todavía más inferior a lo que existía en primavera del 2022 (47,0%).
Apuestan por ampliar el Aeropuerto del Prat
Otra de las cuestiones que se han consultado en esta edición de la encuesta ha sido el futuro del aeropuerto de Barcelona. De entre las alternativas que han aparecido en el debate público sobre este tema, el 29,6% de los economistas catalanes encuestados considera que la opción más adecuada es la de incrementar la vinculación operativa con los aeropuertos de Girona y de Reus. Detrás de esta, las opciones más apuntadas son alargar la tercera pista en 500 metros hacia el norte y construir una nueva pista sobre el mar. En los dos casos los economistas partidarios son un 16,2%.
La encuesta de invierno de 2023 también ha preguntado por el salario mínimo interprofesional. El 54,3% de los economistas catalanes considera acertada la decisión del Gobierno de situar el salario mínimo interprofesional en 1.080 euros. El 19,5% cree, sin embargo, que el importe tendría que situarse por debajo de esta cifra, mientras que el 18,5% piensa que la cantidad tendría que ser superior. Por otra parte, el 66,7% cree que el incremento del salario mínimo interprofesional no tendrá un impacto negativo en términos de empleo; el 53,7% considera que tampoco repercutirá de forma negativa en determinados sectores como el comercio, la hostelería y la restauración y el 54,4% de los encuestados no considera que el impacto sobre las pequeñas empresas tenga que ser negativo.
Finalmente, la encuesta ha consultado por|para el impacto territorial de los presupuestos de la Generalitat de Catalunya para el 2023. La mayoría de los economistas encuestados considera que este impacto será neutro o positivo. Un 45,3% cree que será neutro, un 28,7% que será positivo y un 2,7% que será muy positivo. En sentido contrario, un 11,5% cree que el impacto será negativo y un 2,8% piensa que incluso será muy negativo. Los economistas de la demarcación de Girona son los que más creen que el impacto será neutro (un 50%), los de la de Barcelona lo que más consideran que será positivo o muy positivo (un 31,6%) y los de Tarragona los que más piensan que el impacto puede ser negativo o muy negativo (un 18,5%).