Pese a que la inflación en términos generales sigue al alza con bastantes variaciones, los precios en la industria caen más de lo que lo han hecho nunca en los últimos 40 años, desde que comenzó la serie en enero de 1976. Después de una nueva caída de casi un punto en agosto, la caída de precios en relación con el año pasado llega al 10%. El motivo es la caída de los precios del gas, que caen un 29,3%, descenso motivado sobre todo por el efecto desplome después de un gran repunte el año pasado con la invasión rusa de Ucrania y sus efectos en los precios del gas y la energía.
La caída de precios del procesado y conservación de carne y elaboración de productos cárnicos también contribuye a esta caída, mientras que, en sentido contrario, la fabricación de aceites y grasas vegetales y animales suben más que en agosto del año anterior. En la comparativa entre cómo influyen los diferentes sectores industriales a la evolución del Índice de Precios Industriales (IPRI), se observa claramente la influencia casi exclusiva de la energía en la caída de precios. Mientras que la energía influye con un 1,547 en la caída de los precios, el resto de sectores bajan sus precios en menos de un 0,1%.
Al comparar la evolución de precios industriales con y sin energía se puede contemplar de manera aún más radical esta influencia. Así, si en agosto la variación de precios industriales sin contar la energía es de 1,7 puntos, contando con la aportación de la industria se observa esa caída del 10%. Lo mismo sucedió el año pasado a la inversa, con las subidas de precios en relación con el año anterior. Así, la subida de precios de la industria entre enero y agosto en relación con el año 2021 estuvieron entre el 36 y el 42,9%, con influencia clara de la invasión rusa de Ucrania. Si no contamos con el efecto de la energía, esa subida de precios tan solo alcanzó el 15,6% de máximo.
Refino del petróleo
Con todo y con eso, pese a la brusca e histórica caída interanual, en términos mensuales los precios industriales han subido, concretamente, un 1,3%. La energía ha subido un 3,7%, debido al aumento del refino de petróleo y en menor medida a la producción, transporte y distribución de la electricidad, si bien los precios de producción y distribución de gas han caído respecto al mes anterior.
Los bienes de consumo no duradero también han aumentado respecto al mes de julio, sobre todo debido a un aumento del 6,6% del precio de aceites y grasas vegetales y animales. En cambio, la producción de metales preciosos, la fabricación de productos de hierro y acero o el procesado de carne y la fabricación de pasta (un 2,5% menos) han caído en su tasa mensual de forma que esta registró un aumento del 1,2% en comparación al mes pasado.