Estados Unidos sigue bajando la tasa de inflación. El país norteamericano ha publicado este martes la tasa interanual del IPC, que refleja una bajada en enero hasta situarse en el 6,4%, una décima por debajo de la de diciembre, según los datos ofrecidos por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés). Es la tasa más baja desde octubre de 2021.
Se trata del séptimo mes consecutivo con descensos. Sin embargo, en términos mensuales los precios de consumo subieron medio punto, después del incremento del 0,1% registrado en diciembre, y en un momento en el que se analiza si las subidas de los tipos de interés de la Reserva Federal (Fed) tienen efecto en la bajada de los precios.
En este sentido, la subida de precios interanual de la energía experimentó en el primer mes del año un alza del 8,7% y creció un 2% a nivel mensual. En cuanto a los alimentos, estos se encarecieron un 10,1% en la tasa interanual.
Pero el índice que más se vio incrementado a nivel mensual fue el relacionado con la vivienda. Los datos publicados por la BLS muestran un aumento de siete décimas con respecto a diciembre y ya acumula una subida interanual del 7,9 %.
Por su parte, la inflación subyacente de Estados Unidos, que es el resultado de excluir del cálculo los precios de los alimentos y la energía, se situó en enero en el 5,6%. Se trata de la tasa más baja desde diciembre de 2021.
Los tipos seguirán subiendo hasta el objetivo del 2% de inflación
La inflación en Estados Unidos sigue bajando, pero el objetivo todavía no se ha cumplido. La Fed continúa subiendo los tipos de interés para provocar un descenso en los precios y seguirá con esta política monetaria, como ya ha avisado el presidente del organismo, Jerome Powell. La última subida se produjo el pasado 1 de febrero, la octava desde marzo del año pasado, con un alza de 0,25 puntos. Un incremento menor que los registrados anteriormente y que empieza a reflejar la moderación de la Fed.
Sin embargo, Powell sigue insistiendo en que será necesario seguir elevando los tipos de interés durante un tiempo, ya que el proceso de "desinflación" solo acaba de comenzar y "tiene un largo camino a seguir". Hasta ahora, la Fed ha elevado ocho veces consecutivas los tipos desde marzo de 2022, situándolos en el 4,5%, la cifra más alta desde septiembre de 2007.
En este sentido, Powell recordó recientemente que el objetivo del organismo monetario es devolver la inflación al 2%, un proceso que no será inmediato. Por lo que la Fed espera que no sea hasta el próximo año cuando se logre el objetivo marcado, a pesar de que cree que 2023 será un año de caídas significativas".
La inflación estadounidense se encuentra actualmente en el 6,4%, tasa muy por debajo desde que alcanzara su pico máximo el pasado junio, cuando registró un 9,1%. Todavía queda recorrido para que el país norteamericano logre rebajar los precios hasta el ansiado 2%.