La tasa de inflación interanual en Estados Unidos repunta en agosto y complica la posible pausa de la Reserva Federal (Fed) en las subidas de los tipos de interés. El IPC del país norteamericano aceleró en el último mes desde el 3,2% hasta el 3,7%, cinco décimas más de las cifras registradas en el mes anterior. Se trata del segundo repunte mensual consecutivo, según los datos publicados este miércoles por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo de Estados Unidos.
El banco central estadounidense presidido por Jerome Powell debe decidir si continúa con el encarecimiento del dinero o aplica una nueva pausa en las alzas de los intereses, tras haberlos elevado hasta la horquilla del 5,25%-5,50%, máximos de 2001. Los nuevos datos de inflación presionan a la entidad, enfocada en la estabilización de precios, hasta cumplir con el objetivo marcado en el 2%. La próxima reunión de la Fed para abordar la política monetaria será el 20 de septiembre.
En este sentido, el IPC estadounidense aún se encuentra lejos de las cifras esperadas, habiendo repuntado de nuevo. El precio de los alimentos subió dos décimas en agosto, acumulando una subida interanual del 4,3%. La energía, por su parte, escaló un 5,6%, pero si hay algo que ha aumentado especialmente y ha hecho escalar al IPC del país es la gasolina .
A nivel mensual, la gasolina es el componente del IPC que más contribuyó al aumento de precios en agosto, con una subida del 10,6%. Sin embargo, en la tasa interanual la gasolina bajó un 3,3%. Asimismo, volvieron a aumentar en agosto los precios de la vivienda en tres décimas, acumulando una subida interanual del 7,3%. Con este nuevo incremento, la vivienda ya cosecha 40 meses seguidos de aumento.
Por su parte, la tasa de inflación subyacente, que excluye el impacto de la volatilidad de los precios de los alimentos y de la energía, se situó en el 4,3%. La cifra supone cuatro décimas menos que la registrada en julio, aunque en la comparación mensual dicha tasa se elevó en una décima, hasta el 0,3%.