En España, cada año se reduce el número de inquilinos que negocian el precio de su alquiler, pero ello no quita que en lo que llevamos de 2024, uno de cada cuatro personas (24%) que ha alquilado una vivienda han tenido que abrir conversaciones con los arrendatarios para intentar reducir el coste de la renta. Los que lo han conseguido, que son poco más de la mitad, han obtenido una reducción de entorno al 10% sobre el precio de salida de la renta solicitada. En concreto, un 68% de las negociaciones han alcanzado la rebaja del 10%, y hubo un 23% que consiguió una rebaja que osciló entre el 10% y el 15%.

“El descenso de cinco puntos porcentuales en la negociación del precio de la renta refleja la tensión existente en el mercado del arrendamiento debido al gran desequilibrio entre oferta y demanda. Cuanta más presión ejerce la demanda por alquilar sobre las pocas viviendas disponibles, el precio fijado por el propietario muestra una menor tendencia de rebajarse. En estos momentos, hay más de 27 potenciales inquilinos esperando por cada vivienda ofertada. Una cifra de interesados que se eleva al doble en ciudades como Madrid o Barcelona “, comenta María Matos, directora de Estudios y portavoz del portal inmobiliario Fotocasa.

Este porcentaje supone un descenso significativo en comparación con 2022 y 2023, cuando el 29% de los posibles inquilinos decidieron negociar el precio de los alquileres. Esta caída es aún más significativa si se compara con 2021. Entonces fueron el 34% los que negociaron el coste de la vivienda, diez puntos más que ahora. Así lo muestra el informe Experiencia en alquiler en 2024, elaborado por el portal Fotocasa y que pretende trazar una exhaustiva radiografía del mercado inmobiliario en alquiler en España.

Otra cosa a anotar es el éxito que tienen estas negociaciones. El estudio concreta que poco más de la mitad de las personas que lo han intentado, lo han conseguido. Obtuvieron la rebaja el 57%, un porcentaje igual al registrado en 2023. Sin embargo, en 2022 era ostensiblemente más alta: con respecto a hace dos años, ha decaído doce puntos porcentuales el volumen de inquilinos que negocia el precio y consigue una reducción a la baja.

Falta de poder adquisitivo

A la hora de plantear las negociaciones, aunque en su gran mayoría se basaban en la falta de suficiente poder adquisitivo de los posibles inquilinos, en otros casos se han fundamentado en el estado de la vivienda (18%), en que el precio no correspondiese con la realidad del mercado (18%) y en que se les propuso una bajada a cambio de no realizar mejoras en el inmueble (16%).

En contraposición a esta situación, se ha producido, en los dos últimos años, un aumento estadísticamente relevante del porcentaje de particulares que han alquilado que, tras negociar el precio, lo han visto incrementado respecto al precio inicial, según datos de Fotocasa. Es algo que en el último año le ha pasado al 28% de los inquilinos. En 2023 era algo que declaraban el 23% y en 2022 el 17%.