Los inspectores de Trabajo han anunciado que desconvocan la huelga indefinida que iniciaron este lunes. Los trabajadores consideran que, tras constatar la "división" existente entre los Ministerios de Trabajo, por un lado, y de Hacienda y Función Pública, por el otro, "impide negociar con certezas a falta de un interlocutor válido". De este modo, aplazan la movilización hasta después de las elecciones generales del próximo 23 de julio.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) considera que el aplazamiento de este conflicto hasta que finalicen los comicios y se conforme nuevo Gobierno se hace "por responsabilidad". CSIF, junto a las demás organizaciones convocantes de la huelga, lamenta la falta de intención para cumplir lo acordado por parte del Ministerio de Hacienda y Función Pública.
"Se ha jugado con la Inspección de Trabajo, utilizada con fines partidistas. No podemos permitirlo, y todo ello en defensa de los intereses de los ciudadanos y de los propios trabajadores de la Inspección", han denunciado a través de un comunicado. Los inspectores iniciaron hace meses un calendario de movilizaciones por el incumplimiento por parte del Ejecutivo de los acuerdos en materia de personal como la falta de medios, el refuerzo de plantillas o la carrera profesional, firmados en julio de 2021.
Carencia de personal y de medios
"Sin embargo, las carencias de personal y de medios continúan dos años después y se traducen en el aumento de la carga de trabajo que soporta la Inspección, la falta de desarrollo de la carrera profesional, de reconocimiento de las funciones desarrolladas y de una relación de puestos de trabajo obsoleta e injusta", denuncian.
La Inspección de Trabajo anunció hace diez días que paralizaba la actividad supervisora de varias campañas activadas en esta legislatura --como de igualdad entre hombres y mujeres, control de tiempo de trabajo, de registro de jornada, de condiciones salariales y de riesgos asociados a la actividad agraria, entre otros-- en protesta por esa escasez de plantilla y de recursos técnicos y materiales.
En la actualidad hay unos 2.200 trabajadores de inspección activa y otros 800 de personal de apoyo; es decir, la Inspección de Trabajo recae sobre una plantilla de 3.000 personas mientras que hay más de 20 millones de afiliados a la Seguridad Social, 1,4 millones de empresas y 10 millones de pensionistas.