La Inspección de Trabajo ha obligado a las empresas a transformar 57.105 contratos de fijos discontinuos en indefinidos ordinarios entre enero y noviembre, al entender que no existen causas que justifiquen esta modalidad contractual, según fuentes del Ministerio consultadas por ON ECONOMIA, lo que supone duplicar la actuación en este colectivo en relación con 2022. Sin embargo, desde el sindicato CC. OO. denuncian que la Inspección no ha realizado una campaña de oficio para atajar el fraude en los colegios privados, acostumbrados a contratar a partir de septiembre y despedir a partir de junio, para evitarse el pago de las vacaciones. Las cifras lo atestiguan, pues en 2023 ha aumentado un 1,5% respecto a 2022 el número de trabajadores en alta en Enseñanza mediante contratos fijos discontinuos.
Fuentes de Trabajo señalan que no tienen desagregado por tipo de actividad el resultado de la actuación de la Inspección de Trabajo, por lo que no se puede conocer cuántos de estos contratos fijos discontinuos transformados en ordinarios corresponden a Educación. Pedro Ocaña, responsable de Educación privada en CC. OO., explica que “no han notado cambios en el sector respecto a la labor de la Inspección de Trabajo. No se ha producido una acción específica en Educación, a tenor de los datos de afiliación respecto al año pasado”. Remarca, que el cambio sí es evidente sobre 2021, cuando se aprobó la reforma laboral (que entró en vigor el 1 de enero de 2022) y que transformó esta modalidad contractual como la vía de eliminar los contratos temporales que se han ido transformando en fijos discontinuos. Pero el crecimiento de los fijos discontinuos ha sido similar en la mayoría de las actividades, al pasar de 404.353 asalariados en alta como fijos discontinuos en noviembre de 2021, a 915.863 en noviembre de este año.
El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, que ha renovado su cargo con la continuidad de Yolanda Díaz al frente del Ministerio, reconoció antes de verano que existía un fraude detectado en el sector de Educación con el uso de los fijos discontinuos y anunció que la Inspección de Trabajo lanzaría una campaña específica para este sector. Sin embargo, tanto en septiembre, octubre y noviembre, el número de contratados bajo la modalidad de fijos discontinuos se ha incrementado un 1,5% de media en los tres meses respecto al pasado año. Ocaña comenta que “no les consta que la Inspección haya realizado una campaña de oficio en el sector, y se ha limitado a actuar solo cuando se ha producido una denuncia previa”, algo que, como remarca el sindicalista de Comisiones Obreras, queda patente al cotejar los datos de 2022 con los de 2023.
Una minoría
De todas formas, Ocaña matiza que no todos los fijos discontinuos que trabajan en el sector de la educación están en fraude de ley, pues hay actividades que legalmente están autorizadas, como los servicios de comedor, los profesores de horas extraordinarias o de cursos inferiores al año lectivo, de meses o incluso semanas, en la enseñanza no reglada. Pero en ningún caso, se puede contratar a un docente para todo un curso escolar bajo la modalidad de fijo discontinuo, algo que está prohibido por sentencia del Tribunal Supremo de 1994 y reforzado por una reciente sentencia de la Audiencia Nacional. “Nos consta que en colegios, especialmente no concertados, se están contratando profesores en esta modalidad contractual”, señala el responsable de educación privada del sindicato. Y, aunque reconoce que no son la mayoría de los contratados como fijos discontinuos del sector, hay un volumen de irregularidades que justifican una acción específica de la Inspección de Trabajo.
Una Inspección que se justifica, además, en que la educación es la segunda actividad en contratación de fijos discontinuos en noviembre, mes álgido en el sector, con una representación del 16,5% (tras Hostelería, que en este mes ocupa el 25% de los fijos discontinuos en activo). Ese mes constaban en el registro de la Seguridad Social 152.339 personas contratadas por centros de enseñanza como fijos discontinuos, un récord histórico. Sin embargo, en agosto el volumen desciende a 18.099, el 2,1% del total, y se coloca como la octava actividad por volumen de fijos discontinuos.
Y la necesidad de una campaña de oficio desde la Inspección en el sector se argumenta, igualmente, por su mayor feminización, pues en noviembre, las mujeres suponen el 58,4% de la totalidad de asalariados en alta como fijos discontinuos, porcentaje que se eleva al 69,7% en Educación. Aunque desde la reforma laboral, se han incorporado, tímidamente, más hombres, reduciendo un punto porcentual el peso actual respecto al 70,8% de 2021.
Picaresca en el sector
Pero ante el temor de que la Inspección pudiese realizar la campaña de oficio en el sector, como demanda los sindicatos, Ocaña reseña que se está produciendo una picaresca que considera irregularidad. En vez de hacer contratos de fijo discontinuos, están usando la modalidad de indefinidos ordinarios, pero a tiempo parcial, lo que supone que los profesores trabajan al año las mismas horas y, por tanto, cobran lo mismo, pero repartido en 12 meses. El sindicalista señala que esta modalidad supone un empeoramiento de las condiciones, pues al no darse de baja en la Seguridad Social, no pueden cobrar el paro cuando han acumulado los meses suficientes. “Un dinero que ahora tienen como fijos discontinuos, aunque siguen con el mismo salario”.