La inflación española sorprende y torna al alza después de cinco meses de continuas correcciones. El IPC nacional ha repuntado un 0,1% en enero, hasta el 5,8%, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística. Los precios del país han frenado su desescalada, rompiendo así la racha de progresivos descensos que venía marcando en los últimos cinco meses. Tras alcanzar unos niveles superiores al 10,8% el pasado julio, siendo este su máximo de los últimos 38 años, la inflación se embarcó en una tendencia bajista motivada por la caída de los precios de los combustibles y de la luz.
Ahora, con este nuevo incremento, el cual es de un 0,1% con respecto al anterior periodo, se entiende que el efecto que venía generado la corrección de los precios energéticos sobre el IPC se ha diluido. La escalada hasta el 5,8% se da después de que el Ejecutivo nacional retirase la bonificación al precio de los carburantes. Los precios vuelven a crecer pese a que el Gobierno liderado por Pedro Sánchez anunciase la bajada del IVA en algunos alimentos.
La inflación subyacente, en máximos desde 1986
Precisamente la inflación subyacente, la cual no incluye los precios de los productos energéticos ni el de los alimentos no elaborados, sigue creciendo, tocando niveles del 7,5%, siendo este el máximo recogido por el Instituto Nacional de Estadística desde diciembre de 1986. El precio de los alimentos viene siendo uno de los mayores quebraderos de cabeza del país. Ya en el segundo semestre del anterior ejercicio, cuando la inflación marcó una racha de cinco meses consecutivos cediendo, los precios de los alimentos eran la nota negativa.
Ahora, con los datos avanzados correspondientes a enero, la inflación subyacente vuelve a registrar una nueva alza, en esta ocasión del 0,5% con respecto a la sellada el pasado diciembre. El Ejecutivo nacional ha intentado enmendar este problema, el cual viene siendo una de las mayores preocupaciones para los españoles. Pese a que los precios de la energía venían aliviando el IPC español, la inflación subyacente era una de las tareas pendientes.
Con el nuevo dato, y contando sin el ‘apoyo’ ofrecido por los precios de los combustibles y de la luz, la inflación española cuenta con una problemática mayor. Y es que el enfriamiento de los precios de los productos energéticos, unido al incremento del 0,5% de los alimentos, han propinado la nueva alza hasta el 5,8% del IPC general del país.
España sigue siendo el país con el IPC más bajo de Europa
Pese al ligero repunte con respecto al anterior mes, España sigue siendo el país de la eurozona que registra los precios más bajos. Tal y como informó ON ECONOMIA el pasado 18 de enero, el país ibérico es el que mantiene unos niveles de IPC más bajos con respecto al resto de naciones que conforman la Unión Europea. Ahora, pese al ligero crecimiento del 0,1% con respecto al pasado diciembre, España sigue siendo el país del Viejo Continente que mantiene el IPC más bajo. Los siguientes en esta lista son Luxemburgo (6,2%) y Francia (6,7%), según los datos ofrecidos por Eurostat.
Pese a que los analistas insisten en que los niveles aún siguen siendo elevados, el país ibérico remarca su estatus como la nación con el índice de los precios más bajo del Viejo Continente. Todo ello en un marco complejo, caracterizado por la volatilidad y la incertidumbre en torno a los precios energéticos. Al mismo tiempo, la coyuntura geopolítica sigue siendo difícil, puesto que la guerra de Ucrania sigue acentuándose y, por el momento, no hay indicios de que el conflicto vaya a cesar. Cualquier nuevo movimiento podría afectar sobre los precios.
La nación presidida por Pedro Sánchez venía apoyándose en el frenazo de los precios de los productos energéticos. Tras la retirada de la bonificación para los carburantes, el IPC ha repuntado un ligero 0,1%. Está por ver si las nuevas ayudas dadas por el Gobierno, las cuales están centradas en aminorar el precio de los alimentos esenciales, ayudan a ver una nueva corrección del IPC en la publicación del próximo 15 de febrero, cuando el INE anuncia los datos definitivos correspondientes a enero.
El INE incluye el precio del gas y la electricidad en el cálculo
Cabe destacar que este ha sido el primer periodo en el que el Instituto Nacional de Estadística ha incluido en el cálculo del IPC el precio del gas y la electricidad en el mercado libre. Esta variación se llevaba trabajando durante más de un año, y es que ha requerido un proceso de adaptación de la información recabada.
El INE ha informado también de que ha modificado la estructura de las ponderaciones para adaptarla a la reglamentación europea. De esta forma se disminuye en tres puntos el peso del grupo de los alimentos y bebidas alcohólicas, y también baja un punto y medio el peso de la vivienda, el cual incluye el precio de la electricidad, en la cesta de la compra. Sea como fuere, la inflación subyacente sigue empujando al alza el IPC general del país.
España se sigue moviendo en un entorno marcado por la volatilidad y la incertidumbre en torno a los precios de la energía. Ahora que el país ha perdido el ‘apoyo’ que le daba la ayuda a los carburantes, la nación espera encontrar un respaldo en las últimas medidas tomadas sobre los precios de los alimentos básicos, las cuales comprenden la rebaja del IVA.
Al mismo tiempo, habrá que ver cómo afectan las subidas de tipos del Banco Central Europeo. El organismo del que es vicepresidente Luis de Guindos, ha asegurado que seguirán elevando los tipos de interés de cara a los primeros meses del ejercicio. El BCE mantiene el objetivo del IPC al 2% y, por el momento, dicha marca queda lejos de lo que a la institución monetaria le gustaría. Las nuevas subidas de tipos, las cuales se espera que sean de 50 puntos básicos, podrían ayudar a reducir la inflación en el resto de los países, aunque también podrían erosionar la dinámica económica de los Estados miembro.