Ese viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE) dará a conocer la evolución de los precios producto a producto en el mes de marzo. El pasado 30 de marzo adelantó que el IPC había subido en términos anuales un 3,3% respecto a marzo del año pasado (frente al 6% del mes de febrero), aunque en términos mensuales se produjo un incremento del 0,4%, la tercera mayor subida de los últimos diez meses. La fuerte caída del índice general en términos anuales no significa que se hayan moderado los precios, sino que se produce un efecto estadístico al comparar con marzo de 2022, el primer mes que registró el impacto de la invasión de Ucrania.

Para minorar este efecto estadístico, este martes habrá que estar atentos a la evolución de los precios en términos mensuales respecto a las subidas de febrero -única forma de saber qué productos moderan realmente sus precios y cuáles siguen desbocados- y, muy especialmente, del comportamiento de los alimentos. Se han cumplido ya tres meses de la puesta en marcha de la reducción del IVA por parte del Gobierno de 15 productos básicos de la cesta de la compra. En enero, primer mes de la aplicación de la medida, la inflación anual de los alimentos se redujo tres décimas (del 15,7% de diciembre al 15,4% de enero), pero en febrero repuntó al 16,6% tras subir 2 puntos en un solo mes. Entonces, el Gobierno pidió paciencia e insistió en que la reducción del IVA acabará dando sus frutos y moderará la escalada de los precios de los alimentos. Una medida que ha sido criticada por los técnicos, pero también por Unidas Podemos que apuesta por una “imposición” de precios a las cadenas de distribución. Este viernes se sabrá si la reducción del impuesto está reduciendo precios y no es suficiente.

Los alimentos han sido, con mucha diferencia, el grupo de productos más inflacionistas desde la guerra de Ucrania con una escalada ascendente descontrolada, pues si en febrero pasado registró una subida del 16,6% en términos anuales, en el mismo mes del año pasado era del 5,6%. Una tendencia que continua, como se puso de manifiesto en febrero cuando en términos mensuales subieron un 2%, uno de los mayores incrementos de los últimos meses, solo superado por octubre 2022, con un alza del 2,3% en términos mensuales, y en abril, el 3,4%. Algo que se ha repetido en este mes de marzo, pues en la nota del avance del IPC dada a conocer por el INE se apuntaba que la reducción interanual se debía a la electricidad y los combustibles. Nada decía sobre la alimentación. El Gobierno ha apuntado en varias ocasiones que productores de alimentos y cadenas de alimentación no han trasladado a sus precios el total del incremento de costes que vienen sufriendo desde antes de la invasión rusa.

La sequía juega en contra

Por lo que este viernes hay que estar preparados, pues el INE desvelará que muchos productos de primera necesidad han tenido fuertes incrementos en términos mensuales. Las pésimas condiciones meteorológicas, en especial la falta de lluvias, serán el argumento más usado este viernes para explicar las subidas, probablemente pronunciadas, de muchos alimentos. La atención habrá que fijarla en el azúcar, que en febrero registró una subida del 52% el términos anuales, el producto que más sube en estos doce últimos meses. La mantequilla es el segundo producto más afectado por la inflación, un 39% de subida en los últimos doce meses, y las salsas y condimentos el tercero con un 34%. Cierto que ninguno de los tres está subvencionado con la reducción del IVA. Las ayudas públicas contra la inflación suponen, no obstante, un fuerte impacto presupuestario.

Sin embargo, el aceite de oliva -que goza de un descuento de 5 puntos en el IVA- ha subido un 33,5% de febrero a febrero; la leche -con 4 puntos de reducción en el impuesto- sube en términos anuales un 33,2% y los huevos -otros 4 puntos- ha elevado los precios un 28% en el año. De los 25 productos que más suben en términos interanuales, solo dos no están relacionados con la alimentación: productos del papel (también básico en la cesta de la compra) un 28,3% y otros artículos no duraderos para el hogar, el 22%. Y 64 productos, de los casi 200 que analiza el INE llevan subidas en el año superiores al 10%.

Hostelería

Pero aunque la alimentación será, un mes más, la principal preocupación en términos inflacionistas, también habrá que estar muy pendientes de la restauración y la hostelería, básicamente el turismo. Aunque el impacto de la Semana Santa se notará en el mes de abril (el más inflacionista del año) ya en marzo ha tenido su impacto. No en vano es el segundo grupo de productos que más sube, un 7,9% en términos anuales, y en febrero registró un aumento de precios del 0,9% en un solo mes. En términos anuales, los paquetes turísticos subían en el año un 10% (casi un 6% en término mensual en febrero), la restauración un 7,5% y el alojamiento el 12,2%.