El presidente de la Asociación Catalana de la Empresa Familiar (Ascef), Jaume Alsina, en un repaso de los principales retos de las familias empresarias para garantizar la continuidad de sus negocios, evidencia algunos cambios en la manera de hacer de las jóvenes generaciones y sostiene que hace falta abordarlos y generar las dinámicas adecuadas para mantener la cultura y los valores de la empresa familiar. Alsina manifiesta que "detectamos que las nuevas generaciones, solo en un porcentaje pequeñísimo, piensan que trabajarán en las empresas familiares; ya que consideran que pueden tener proyectos mucho más estimulantes fuera de la empresa, incluso internacionalmente, y lo más difícil es poder enrolarlos a los proyectos empresariales familiares".

El presidente de Ascef puntualiza que eso no quiere decir que no tomen conciencia de que "serán accionistas responsables porque tienen un patrimonio a gestionar y, evidentemente, quieren formar parte de la familiar empresaria". "Pero, en el ámbito personal, a menudo están trabajando a multinacionales o a otras empresas de sectores muy diversos y les cuesta volver en la empresa familiar para asumir la gestión directa", matiza.

El distanciamiento del día a día de la compañía también implica más dificultad a la hora de "transmitir la cultura y los valores de la familia", insiste Alsina. Es aquí donde aparece un segundo reto para las familias empresarias: "que no deje de haber feeling; que no se quede en el interés vinculado a un 10% de la empresa, sino que haya un vínculo de cultura y de valores". Es decir, "que se sientan parte de la familia empresaria".

En este contexto, la junta directiva de la Ascef tiene muchas esperanzas puestas en la responsabilidad que los otorga ser los organizadores del XXI Encuentro Nacional del Fórum Familiar de l'Instituto de la Empresa Familiar (IEF) -al cual pertenece la Ascef-, que se celebrará en Barcelona, el próximo año. Será un punto de encuentro para intercambiar conocimiento, recibir formación y compartir experiencias sobre la empresa familiar para ayudar e inspirar a las nuevas generaciones; con la participación esperada de entre 350 y 400 personas. Ariadna Sendra y Albert Borràs, copresidentes del Foro de jóvenes del Ascef, ven el encuentro como una ocasión única para dar visibilidad a los jóvenes empresarios, fomentar su implicación, desarrollar sus habilidades y comprometerse con el futuro de sus empresas.

El presidente de la Ascef también comenta que, quizás, falta empuja y ganas de arriesgarse. Alsina admite que la situación actual no es la misma que la de generaciones anteriores, "es más compleja"; sin embargo, "echamos de menos aquel empuje que tenían las generaciones anteriores y ganas de arriesgar". Desde la Ascef se reivindica que "está muy bien mantener el patrimonio, pero lo importante es seguir construyendo patrimonio y legado. Con lo cual, se tiene que seguir invirtiendo, se tiene que seguir teniendo empresas industriales y no puede ser que solo se tenga una visión de mantener el patrimonio que ya se ha generado".

El presidente de Ascef, Jaume Alsina. Foto: Carlos Baglietto

El consejo de administración tiene que hacer de bisagra

Uno de los ejes de la gobernanza de la empresa familiar es buscar el equilibrio entre la profesionalización y la gestión familiar. Según Alsina, el reto es configurar un buen consejo de administración -que es el órgano que dirige la compañía- con los mejores profesionales de la familia que tengan expertise y ganas de empujar, y/o independientes y después definir si la dirección general la asume un profesional externo. En cualquier caso, se tiene que diferenciar entre propiedad y gestión y, en medio, hay "un governance que es este consejo de administración que realmente tiene que hacer de bisagra entre la gestión propiamente dicha y la propiedad". Eso también es un reto porque, en muchos casos, "la propiedad tiene que compartir la información, tiene que confiar, tiene que saber delegar... y en este sentido este órgano de gobierno también es muy importante que se encargue de mantener los valores, los principios y la cultura de la empresa".

Este lunes y martes tiene lugar, en Santander, el XXVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, organizado por l'Instituto de la Empresa Familiar (IEF), con el lema Somos futuro, para subrayar el compromiso que tienen las empresas familiares con la construcción de futuro y de país. En el caso de la empresa familiar en Catalunya, desde la Ascef, Jaume Alsina, reconoce que no está resuelto "como podemos ayudar a las empresas medias, industriales o de servicios en Catalunya, a crecer en el ámbito financiero." Hace referencia a instrumentos existentes, como la salida a bolsa para empresas muy grandes o al mercado bursátil alternativo que "quizás no acaba de traccionar y hay poco movimiento y, en medio, "no hay ningún instrumento, solo temas como los fondos de inversión que tienen un ciclo muy claro de buscar rentabilidad" y, cree que la alternativa está en la colaboración público-privada para tener financiación a largo plazo, para entrar "en el capital de las empresas con una visión a 10, 15 o 20 años, con unas rentabilidades garantizadas -como si fueran créditos participativos a un interés razonable, o por vía de dividendos- porque las empresas necesitamos crecer y necesitamos inversores".

Agrupaciones de inversores público-privados

Esta es una demanda-propuesta que lanza Ascef. Agrupar empresas y particulares para invertir recursos a largo plazo en empresas, para acompañar el crecimiento de los negocios más tractores de Catalunya, para convertirlas en líderes en su sector a todos los niveles, también internacionalmente. "Necesitamos organizaciones excelentes que sean muy productivas, que sean polo de atracción de talento, que sean pioneras y potentes en el mercado; es indistinto qué forma jurídica tengan", defensa. "Invertir en empresas del país, con proyectos...". "Y quién dice en empresas, por qué no en sectores esenciales, como la vivienda, articular instrumentos de inversión colectiva, buscando fórmulas adecuadas para resolver problemas actuales". En Catalunya hay muchas empresas de dimensión media "que han de traccionar mucho el país" y con las cuales se tendría que hacer un esfuerzo para que se desarrollaran; "escuchando sus necesidades".

Sobre el papel de los gobiernos, el presidente de las empresas familiares defiende que desde la Ascef quieren "empujar y ayudar en los que tienen que tomar decisiones [políticos y gobernantes]; y tenemos que ser muy reivindicativos en este aspecto". "Cada día que pasa y no se toman decisiones o las que se toman son contradictorias por temas partidistas hacen un mal servicio a la sociedad porque lo ralentiza todo; tendrían que ir más alineados y tener una visión más compartida de los retos; se tiene que dialogar, negociar y pactar, pero finalmente tomar decisiones". También exigen a los políticos y gobernantes que se hagan responsables de los resultados: "no se trata de ir ajustando las cuentas, pero sí que sean más cuidadosos". Hay que ir adelante, "aunque sea con un 80% de consenso, en educación, en política energética, en sostenibilidad...". "No perdamos el tiempo", insiste y advierte que "a causa de este tacticismo también se pierden dinero". "Se tiene que superar el partidismo y tienen que pensar con visión de país, lo tenemos que exigir", añade.

El presidente de Ascef, Jaume Alsina, durante la entrevista concedida a ON ECONOMIA. Foto: Carlos Baglietto

La productividad es un factor clave

La Ascef está muy atento a todos los temas que hacen referencia o impactan en el legado de las empresas familiares. "Estamos atentos a todo lo que hace que para las empresas sea más complicada su permanencia en el tiempo", dice y menciona la productividad -un "factor clave" -, la energía - "para ser competitivos" -, y los retos tecnológicos. En el tema de los impuestos, reclaman ventajas para las inversiones en I+D, en captación de talento, formación de personal, desarrollo tecnológico... para seguir abanderando la industria. "Este apoyo a la empresa, que se hizo durante un tiempo, ayudó mucho a las empresas a seguir desarrollándose y se tendrían que buscar nuevas medidas," insiste.

Alsina reclama que "no nos hagamos trampas al solitario". Argumenta que no puede ser que una administración local, por ejemplo, para atraer inversiones haga unas políticas que van en contra de su vecino. "Otra cosa es que como país definamos qué áreas de actuación tenemos que dinamizar, y nos pongamos todos a ello, pero este micromanagement del alcalde de turno que hace una política totalmente desalineada con los objetivos marcados y necesarios no es positivo", argumenta.

Los empresarios también están quejumbrosos del exceso de legislación. "Tenemos una mochila tan pesada que nos impide avanzar y hacer crecer las empresas porque nos pide mucho tiempo y muchos recursos; hay exceso de legislación y de burocracia".

Alsina va más allá y reclama un replanteamiento del estado de las autonomías; que es el gran reto de España. "Los dos partidos mayoritarios tendrían que hacer un ejercicio de país, superar el partidismo, y generar ilusión a todo un colectivo por mantener el estado del bienestar y el nivel de vida" de sus ciudadanos.