El exconseller de Economia y actual presidente de la comisión de empresa y trabajo del Parlamento de Catalunya, Jaume Giró, defiende que no se puede entender la economía azul, de presente y la de futuro, si no se habla de energía y de agua. Giró argumenta que las ciudades y el país tiene que garantizar el acceso al agua dulce y a las energías azules porque sin estos recursos "no se puede hablar de economía azul, ni de ningún tipo de economía".
Durante su participación en la jornada Los retos de la economía azul, organizado por El Nacional y On Economia, este viernes, en el Museo Marítim de Barcelona, Giró ha deseado un gran impulso para la economía azul, pero para conseguirlo ha determinado que hará falta que vaya más allá de lo que se entiende por economía marítima, náutica o la vinculada al turismo.
Giró ha dado un repaso a algunos de los elementos más importantes que marcan el presente y el futuro de la economía azul. En este sentido, ha citado a todo el ecosistema que se genera en torno al mar. También ha puesto de relieve que hay una presión medioambiental muy importante sobre muchas actividades: las plataformas que evidencian problemas, especialmente en Barcelona, con la llegada de los cruceros, con la huella que generan millones de personas que visitan la ciudad cada año, con las edificaciones de residencias que solo se ocupan durante dos o tres meses el año en las zonas del litoral catalán, con los problemas que hay en Catalunya para arrancar proyectos energéticos vinculados al mar.... "todo eso son elementos importantes que marcan el presente y el futuro de la economía azul", ha sentenciado al exconseller de Economia.
Sí a los parques eólicos marinos
"Necesitamos el mar porque nos puede proveer de agua y de energía", ha defendido y, haciendo un guiño a la política -como diputado de Junts que es- Giró ha visibilizado el apoyo del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, a los proyectos eólicos marinos, "porque no puede ser que Catalunya esté en mantillas de la economía eólica y renovable".
L'exconseller ha compartido mesa de debate con los alcaldes de San Sebastián, Eneko Goia; el teniente de alcalde de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Valls; el alcalde de Palma de Mallorca, Jaime Martínez, y el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol. En una mesa redonda moderada por José Antich, director El Nacional.
Devuelto a la economía azul y al círculo virtuoso que tienen que generar energía, agua y turismo, Giró se ha mostrado como defensor encarnizado del turismo, pero de un turismo que se tiene que gestionar bien. "Yo nunca me sumaré a las críticas al turismo. Catalunya y la ciudad de Barcelona, dentro de una economía de mercado regulada, tienen que velar por un buen desarrollo del turismo. No sé qué haríamos sin el turismo", ha dicho.
Por eso ha hablado de cómo la ciudad de Barcelona se puso en el mapa de las urbes mundiales más atractivas para el turismo, "cuando subió a la Champions de las ciudades", gracias a la transformación que se orquestó para la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992. "Aquello transformó la ciudad, no solo porque hizo girar la ciudad mirando al mar, sino también pusimos la ciudad en el mapa, entre las ciudades más atractivas del mundo". Un éxito que Giró expresa que es necesario para otras ciudades: "Hay que tener ambición de ciudad y de país, superar las vías del tren y de las carreteras para que muchas ciudades del litoral también se giren y miren al mar". Una demanda para concluir su intervención.