Jordi Valls, teniente de alcalde de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo del Ayuntamiento de Barcelona, ha destacado que uno de los grandes retos de la economía azul es combinar sostenibilidad y competitividad, en una ciudad que es una potencia turística y portuaria y que quiere hacer estas actividades más sostenibles, pero sin perder potencia a nivel mundial.
Valls ha explicado que Barcelona y su puerto están haciendo esfuerzos hacia la sostenibilidad y la descarbonización, como "la desconexión de los barcos cuando llegan al puerto y que se conecten a la red eléctrica cuando atraquen", lo que hace que no contaminen cuando están en el puerto. Pero ha añadido que se tienen que hacer más pasos para competir con países como los Estados Unidos y China.
El teniente de alcalde ha hecho estas declaraciones en la jornada Los retos de la economía azul, que se ha celebrado este viernes en el Museu Maritím de Barcelona, organizada por El Nacional y ON ECONOMIA, en colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona y Aigües de Barcelona. Valls ha participado en la mesa redonda sobre economía azul y ciudades con los alcaldes de San Sebastián, Eneko Goia, de Palma, Jaime Martínez, y de Badalona, Xavier García Albiol, además del presidente de la comisión de Empresa y Trabajo del Parlamento de Catalunya, Jaume Giró, en un debate moderado por José Antich, editor del Grup les Notícies de Catalunya y director de El Nacional.
Valls ha hablado del origen del concepto economía azul, que llega a Barcelona en 2018 y en 2021 se hace la primera iniciativa, aunque es ahora, coincidiendo con la celebración de la Copa América de Vela, cuando le ha dado un gran impulso con varios proyectos urbanísticos, de investigación y de divulgación en colaboración con otras instituciones, como el Port de Barcelona.
"No es un sector menor. Agrupa logística, puertos, energía eólica, utilización de las mareas, turismo, biotecnología, etc... Actualmente representa en Europa 6.000 millones de ventas y da trabajo a 3 millones de personas", ha precisado. A nivel de Barcelona, la economía azul supone el 4,3% del PIB, de lo que un 3% proviene de la actividad del Port de Barcelona.
Los cruceros
Una de estas actividades son los cruceros, que han levantado polémica en los últimos años en la capital catalana. Además de su conexión en la red eléctrica, Valls ha hecho un llamamiento a los puertos del mediterráneo a trabajar conjuntamente, ya que reciben una cuarta parte de todos los cruceros del mundo y va en aumento: "El Mediterráneo supone el 25% de la actividad de cruceros del mundo, y por temas geopolíticos, se mueven hacia el Mediterráneo occidental, versus el oriental. Tenemos que hablar las diferentes ciudades".
El teniente de alcalde también ha hablado del agua como un recurso natural escaso y ha puesto en valor el mar: "Entre el 20% y el 30% del agua que bebemos viene del mar, porque viene de las desaladoras. Un 30% es agua regenerada y el resto depende del clima. Tenemos una compañía de gestión del agua extraordinaria, como es Aigües de Barcelona". Además, ha destacado positivamente la concienciación de la ciudadanía, ya que el consumo por persona y día en la ciudad se sitúa por debajo de 90 litros, cuando lo que recomienda a la OMS es no superar los 100 litros.