La justicia europea ha anulado las sanciones contra Mikhail Fridman, antiguo dueño de la cadena de supermercados Dia a través de su vehículo inversor LetterOne. El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) ha anulado la inclusión del magnate ruso y de su socio Petr Aven en la lista de sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania. El tribunal entiende que ninguno de los motivos que se alegaron entonces están lo suficientemente acreditados.
Tanto Fridman como Aven fueron sancionados tras la invasión de Rusia sobre Ucrania el pasado febrero de 2022. La Unión Europea congeló los fondos y los recursos económicos de los empresarios, que fueron incluidos en las listas de penalizados meses después del comienzo de la guerra.
Ambos tuvieron que dejar de ser accionistas de LetterOne, sociedad inversora de la que Fridman también fue consejero delegado, en marzo de 2022. Desde la firma aseguraron entonces que Fridman dejó de tener implicación en el negocio ni en sus inversiones. No obstante, LetterOne ha seguido siendo el máximo accionista del Grupo Dia hasta la actualidad.
Petr Aven, empresario ruso-letón, y el ruso-israelí Mikhail Fridman también son importantes accionistas de Alfa Group, un conglomerado que incluye a Alfa Bank, uno de los principales bancos de Rusia. El Consejo de la UE sostenía que ambas personalidades están asociadas a personas a las que también se aplicaron sanciones, así como al propio presidente de Rusia, Vladimir Putin.
"Ninguno de los motivos estaba suficientemente acreditado"
El órgano europeo acusó a los magnates rusos de prestar apoyo material o financiero a los políticos rusos y de "haber apoyado acciones y políticas que comprometen o amenazan la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania". Por su parte, Fridman y Aven alegaron que "las pruebas aportadas por el Consejo no son ni fiables ni creíbles".
El tribunal con sede en Luxemburgo ha estimado las demandas de los afectados y ha anulado tanto los actos iniciales como los actos de mantenimiento en las listas de medidas restrictivas. En este sentido, considera que "ninguno de los motivos que figuran en los actos iniciales está suficientemente acreditado" y que, por tanto, la inclusión de Aven y Fridman en las listas "no estaba justificada". De igual modo, el TGUE asegura que no se han aportado pruebas adicionales para justificar la renovación de las sanciones.
A su juicio, la UE ha señalado cierta proximidad de ambos magnates con el presidente ruso, Vladimir Putin, o su entorno, pero no queda probado que hayan apoyado acciones o políticas que comprometan o amenacen la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania, "ni que hayan prestado apoyo material o financiero a los políticos rusos responsables de la anexión de Crimea o de la desestabilización de Ucrania, o que se hayan beneficiado de ellos".