El vasto universo de las estafas por internet y la ciberdelincuencia encuentra diversos caminos para acceder a tu dinero. Uno de ellos es conocer qué tecleas, puesto que es una forma de robar las contraseñas de tus tarjetas de crédito y otros métodos de pago on-line. El keylogging es una modalidad de ciberestafa que se basa justamente en acceder a lo que tecleas mediante un software o un hardware para replicar tus contraseñas. 

Para monitorizar la pulsación de cada tecla y registrar los movimientos, el hacker debe instalar en tu dispositivo un virus que identifique y le traspase la información. Los ciberestafadores lo hacen mediante la instalación de software o hardware en el ordenador de sus víctimas. Una de las formas más habituales de conseguirlo es mediante un ataque de phising, es decir, a través de un correo que te hace descargar un archivo que contiene software malicioso. 

También los hay que pueden conectarse físicamente al teclado de su objetivo a través del hardware, para lo que es necesario estar en lugares de trabajo compartidos o sitios que permitan acceder a la máquina. 

El Keylogger es muy difícil de detectar porque llega como un archivo normal y los antivirus no lo detectan. Además, tampoco afectan al rendimiento del ordenador. 

Para evitar el keylogging, existen algunas medidas de prevención importantes. 

1.- Utilizar la autenticación en dos factores para todas las cuentas bancarias y métodos de pago, que da una capa extra de protección. 

2.- Emplear contraseñas seguras con mayúsculas y caracteres especiales que son más difíciles de detectar. 

3-. Actualizar el software para que antivirus y antimalware estén al día. 

4.- Tener precaución con los correos electrónicos y no clicar ni descargar archivos o links sospechosos. 

5.- Revisar las transacciones bancarias y configurar el banco para que te notifique de todas ellas. 

6.- Usar teclados virtuales y gestores de contraseñas, que reducen los riesgos de que te las roben.