La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, evitó pronunciarse sobre nuevos descensos de los tipos de interés tras acordar, este jueves, una rebaja de un cuarto de punto que puso fin a dos años de subidas. Como si fuera una entrenadora de futbol que repitiera el estribillo del “partido a partido”, Lagarde mantuvo que irán dato a dato, reunión a reunión, para definir la senda futura de los tipos.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, Lagarde subrayó que mantendrán unos tipos de interés suficientemente restrictivos el tiempo que haga falta para conseguir contener la inflación. En realidad, el BCE acordó una rebaja de 25 puntos básicos pese a haber revisado al alza sus proyecciones de inflación.  Sobre esta cuestión, Lagarde aseguró que "estamos decididos a garantizar que la inflación regrese a nuestro objetivo de medio plazo del 2%" pero sin comprometerse con ninguna senda de tipos. La Fed estadounidense no descartó hace dos semanas nuevas subidas de tipos ante el repunte de la inflación

Lagarde recordó que las decisiones sobre tipos de interés se basan en la evaluación de las perspectivas de inflación a la luz de los datos entrantes, la dinámica de la inflación subyacente y la fortaleza de la transmisión de la política monetaria. "No nos estamos comprometiendo previamente con una trayectoria de tipos particular", ha repetido en varias ocasiones la presidenta del BCE en unas declaraciones recogidas por Europa Press.

No obstante, Lagarde precisó que el BCE está dispuesto a ajustar todos sus instrumentos dentro de su mandato para garantizar que la inflación regrese al objetivo de medio plazo y preservar el buen funcionamiento de la transmisión de la política monetaria.

Presión sobre los precios

A pesar de los avances de los últimos trimestres, Lagarde reconoció que las presiones sobre los precios internos "siguen siendo fuertes" a medida que el crecimiento de los salarios es elevado, por lo que ha advertido de que es probable que la inflación se mantenga por encima de la meta hasta bien entrado el próximo año.

De hecho, las últimas proyecciones de los expertos del Eurosistema para la inflación general y básica se han revisado al alza para 2024 y 2025 en comparación con las proyecciones de marzo. En concreto, se anticipa que la inflación general de la zona euro se sitúe de media en el 2,5% en 2024, el 2,2% en 2025 y el 1,9% en 2026. En comparación con las estimaciones de hace tres meses, esto supone dos décimas más para este año y el siguiente. De excluirse el impacto de la energía y los alimentos, la variable subyacente se quedará en el 2,8% en 2024, el 2,2% en 2025 y el 2% en 2026.

Además, se anticipa un crecimiento del PIB del 0,9% en este ejercicio, un 1,4% en 2025 y un 1,6% en 2026. Esto supone una modificación de tres décimas más y una décima menos para 2024 y 2025, respectivamente.