Para la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, "la inflación sigue siendo demasiado alta". Para revertirlo, "la determinación es llevarla al 2%", la institución bancaria seguirá subiendo los tipos de interés si es necesario. "Llevaremos a cabo las medidas necesarias para revertir la inflación, por eso hemos subido ya los tipos de interés hasta 2,5 puntos", ha dicho Lagarde, justo después de celebrar con cierto alivio unas previsiones de cara a 2023 "mejores de lo que nos temíamos". "Tenemos cifras muy elevadas (de inflación). De cualquier modo que se mire es demasiado alta", ha asegurado la francesa en referencia al nivel récord de la inflación subyacente y de otros componentes del índice.
Para Lagarde, "la retórica ha pasado de una recesión a una pequeña contracción" y esto es claramente positivo, o al menos, un alivio. "No estamos en un momento brillante, pero sí mucho mejor de lo que nos temíamos". Con todo y con eso, ha recordado que hay "un declive" económico en el crecimiento esperado de 0,5 puntos en la economía de la Eurozona en relación con el crecimiento del 3,4% de 2022. La inflación, ha dicho, seguirá siendo el reto de este año, pero "el mercado de trabajo" es el segundo, y en ese sentido ha celebrado que el desempleo está "en su punto más bajo" de los últimos 20 años.
No obstante, Lagarde ha subrayado que el BCE no está apreciando un desanclaje significativo de las expectativas de inflación en la eurozona, por lo que ha añadido que la institución "tiene que evitar el riesgo de desanclaje". Asimismo, la presidenta del BCE ha señalado la necesidad de avanzar en la transición digital y verde, cuyas necesidades de financiación serán muy importantes y para las que el dinero público "no será suficiente", por lo que ha instado a progresar con rapidez hacia la unión del mercado de capitales, algo que no puede lograrse sin ímpetu político."Tenemos que movernos hacia esta doble transición y las necesidades de financiación serán muy grandes para avanzar rápido y ser más independientes y menos vulnerables", ha defendido.
Más allá del 0,5%
Sus declaraciones sobre las subidas de los tipos de interés coinciden con las declaraciones del gobernador del Banco de Países Bajos y miembro del Consejo de Gobierno del instituto emisor, Klaas Knot, en entrevista con la cadena CNBC. Knot ha sido aún más contundente que Lagarde y ha asegurado que la última subida de tipos, de 0,5 puntos el pasado mes de diciembre, no será la única. "No se detendrá después de un solo aumento de 50 puntos básicos (0,5%) eso seguro", ha dicho, sin especificar cómo y cuándo serán las próximas subidas. "No puedo decir de antemano dónde va a terminar este ritmo de alzas de 50 puntos básicos, pero está muy claro que nuestra presidenta ha usado el plural en sus palabras", ha completado.
El BCE subió los tipos de interés 2,5 puntos en cuatro reuniones consecutivas desde julio de 2022, elevando su tasa de referencia al 2,50% y la de depósito al 2%. Tras la última reunión de política monetaria del Consejo de Gobierno, celebrada el pasado 15 de diciembre, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, anticipó que, en función de los datos disponibles, debería esperarse que la entidad suba los tipos "a un ritmo de 50 puntos básicos durante un período de tiempo".
La tasa de inflación de la eurozona se relajó a finales de 2022 al 9,2%, lo que implica una bajada de nueve décimas frente al 10,1% de noviembre. Son dos alivios seguidos después de máximos históricos en octubre, cuando alcanzó el 10,6%. Ahora bien, la inflación subyacente sigue sin dar un giro. El Consejo de Gobierno del BCE tiene previsto reunirse el próximo 2 de febrero en Fráncfort para discutir la política monetaria de la zona euro, cuando se prevé que decida una subida de medio punto porcentual de los tipos, que eleve al 3% la tasa de referencia para las operaciones de refinanciación y al 2,50% la de depósito.