Las desigualdades económicas entre los habitantes de Barcelona se moderan, mientras que en Madrid se disparan, según se concluye en el informe La renta personal de los municipios españoles y su distribución, años 2017 y 2018, elaborado por Fedea. Así, de las nueve ciudades más grandes de España, Madrid vuelve a recuperar en 2017 el liderazgo en desigualdades, después de que Barcelona cogiese, de forma efímera, la cabeza en 2016. Si se amplía la comparación a los municipios españoles que superan los 50.000 habitantes, se comprueba, igualmente, que las desigualdades han crecido más despacio en las poblaciones metropolitanas de Barcelona y creció con más brío entre las de la Comunidad de Madrid.
De los dos años incluidos en el trabajo, de las ciudades con mayores desigualdades en los ingresos -deriva en desigualdades económicas y sociales- en 2017, se mantiene la posición pendular entre el número de poblaciones de Madrid provincia y Barcelona provincia. En 2018, último año del que se aportan datos, de las 10 poblaciones con menores desigualdades entre convecinos, 6 eran de Barcelona, y 4 de Madrid; el año anterior, las tornas se cambian y Madrid coloca 6 poblaciones entre las 10 con menores desigualdades, por 4 de Barcelona. Pero en los años anteriores, 2016 y 2015, vuelven a cambiar.
Donde las cosas son más claras es en el grupo de municipios con mayores diferencias, donde Madrid coloca más poblaciones en el pelotón de cabeza. Así, en 2018, de las 10 poblaciones con mayores desigualdades, 4 eran madrileñas y, tan solo 1, de Barcelona. En 2017, incluso, la provincia catalana sale mejor retratada, pues entre las poblaciones con más desigualdad, no hay ni 1 barcelonesa, mientras que hay 4 de Madrid. En los años anteriores, salvo en 2016 -con 3 localidades de Barcelona y otras 3 de Madrid-, también en 2015 Madrid acapara las desigualdades.
Análisis desde 2004
El trabajo es la actualización para los años de 2017 y 2018 del análisis de la renta y las desigualdades entre municipios iniciado por Fedea en 2004, cuya última actualización se refería a 2016. Los autores, Mariam Hortas-Rico y Jorge Onrubia, han presentado este lunes los resultados de los años 2017 y 2018. Los expertos han vuelto a utilizar el índice Gini, creado en 1920, que sirve para determinar las diferencias entre los habitantes de una misma zona, generalmente un país. La aportación del análisis de Fedea es que compara algo más de un millar de municipios españoles que sobrepasan los 5.000 habitantes.
El índice Gini pivota entre el valor 0 y el valor 1, siendo el primero el máximo de igualdad -todos los ciudadanos tienen los mismos ingresos- y el 1, la máxima desigualdad -una sola persona acumula todos los ingresos del área geográfica analizada-. Por tanto, mientras el valor más se acerca a 0, menor desigualdad, y mientras más sube, mayor la desigualdad.
Con 12 años de comparación, la primera gran conclusión es que la desigualdad ha crecido en España de forma generalizada y continuada, aunque con algún altibajo. Así, en 2016 se registró el máximo de los 14 años analizados, lo que explica que en 2017 se redujo un 2% la desigualdad en España comparada con 2016. Pero de 2017 a 2018, se produce un repunte: en 2017, el conjunto de los municipios españoles de más de 5.000 vecinos tenía una media en el índice Gini de 0,4900, mientras que en 2018 supera la línea divisoria entre igualdad y desigualdad (0,500), colocándose en 0,5044.
Si se comparan las dos mayores ciudades españolas, Madrid y Barcelona, se aprecia que desde 2004 a 2018, se ha producido un claro incremento de las desigualdades en ambas metrópolis. En 2004, ambas estaban por debajo del 0,500 y, por tanto, la igualdad primaba sobre la desigualdad. Ese año, el primero analizado por Fedea, Madrid tenía un 0,448 en el índice Gini, que se ha incrementado al 0,548 en 2016, es decir, ha sumado una décima entera, lo que en porcentaje implica que las desigualdades económicas entre los más pobres y los más ricos han crecido un 22% en Madrid.
Barcelona partía en 2004 con un índice Gini de 0,458 y en 2018 se elevó a 0,536, con un aumento de 0,078 en el índice Gini y, en porcentaje, el 17%. Lo que supone que la desigualdad sube en Barcelona más despacio que en Madrid, según el estudio de Fedea. Pero hay otro cambio destacado. En el periodo del boom inmobiliario, entre 2004 y 2007, Barcelona tenía un índice de desigualdad superior al de Madrid, pero a partir de 2008, esta última se ha puesto a la cabeza de los 9 grandes municipios españoles, salvo en 2011 y 2016, donde Barcelona se colocó en primer lugar.
Menos y más desigualdades
Respecto a los municipios que superan los 50.000 habitantes, en 2018 la mayor distancia entre los ingresos de los más ricos y de los más pobres se dio en Pozuelo de Alarcón (Madrid), con un índice de 0,67; la segunda posición fue para Alcobendas (Madrid) -donde se ubica La Moraleja- con un índice de 0,651; Boadilla del Monte (Madrid), 0,605; Alcalá de Guadaíra (Sevilla), 0,594; Elda (Alicante), 0,59; El Ejido (Almería), 0,587; Cerdanyola del Vallès (Barcelona), 0,585; Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), 0,572; Arona (Tenerife), 0,56 y Majadahonda (Madrid), 0,566.
En el extremo de las poblaciones con una mayor cercanía de ingresos, Mollet del Vallès (Barcelona) registraba un índice Gini del 0,365 en 2018; Valdemoro (Madrid), 0,39; El Prat de Llobregat (Barcelona), 0,394; Manresa (Barcelona), 0,396; Granollers (Barcelona), 0,399; Rubí (Barcelona), 0,404; Aranjuez (Madrid), 0,408; Alcalá de Henares (Madrid), 0,416; Mataró (Barcelona), 0,420 y Pinto (Madrid), con un índice Gini de 0,421.